De Curro a Sánchez
La serie enaltecedora de Pedro Sánchez la hace el nieto de un franquista como el general Varela
NUNCA más oportunamente que ahora puede repetirse la conocidísima y citadísima frase de Juan Belmonte. ¿Cómo puede pasarse directamente de hacer una maravillosa serie biográfica sobre Curro Romero a otra sobre el presidente Pedro Sánchez? La respuesta está tan cantada como en el tópico: degenerando. El autor del bajonazo de estética, del tarro de las esencias a la mentira como arma de gobernación, no es otro que el director de ambas series, Curro Sánchez Varela, hijo del guitarrista Paco de Lucía y premiado autor de muchos otros documentales cinematográficos. Se ha insistido mucho en que el director es hijo de Paco de Lucía, pero no en otro aspecto interesantísimo de su biografía, que le viene por su segundo apellido: Varela. Curro Sánchez es hijo de Casilda Varela, la hija del bilaureado general Varela, José Enrique Varela Iglesias (1891-1951), que ganó Cádiz para el bando sublevado el 18 de julio de 1936 y que luego tuvo una destacadísima actuación de la guerra civil. No me digan que esto no es no sé si una contradicción o una casualidad de la ruleta de la Historia: que la serie hagiográfica enaltecedora de la figura de Pedro Sánchez le hace el nieto de un franquista tan franquista como el general Varela. ¿No hay que aplicar aquí la Memoria Democrática? No creo. Nadie es responsable de su cuna, y Curro Sánchez no tiene la culpa de ser nieto del general Varela. Como nadie se ocupará de recordar, ya verán, nada más que los que nos fijamos en estas paparruchas gaditanas de las casualidades de la Historia, y digo lo de gaditanas por la vinculación de Varela con la Tacita, de donde lo han borrado, como han borrado a Pemán y a todo lo que suene a aquel periodo de la Historia de nuestra atribulada España.
Pero de la serie sobre Sánchez me preocupa algo que tampoco se ha dicho. La de Curro Romero era una maravilla, y fue un éxito tanto en su versión larga emitida en capítulos por Canal Sur como en el resumen cinematográfico que se estrenó con éxito y que pocos tuvieron la dicha de poder saborear. Lo que me preocupa es que el director cinematográfico Curro Sánchez se haga con los rollos de sus filmaciones un lío y saque a su homónimo Pedro Sánchez saliendo por la Puerta del Príncipe tras haber matado los seis toros de Urquijo o comience su biografía áulica monclovita diciendo que debutó como diputado sin caballos en el hemiciclo de La Pañoleta. ¿Sacará a los que empezaron a torear, digo, a hacer política con él? ¿Sacará a sus partidarios hablando gloria bendita del Faraón de la Moncloa, que le cuadra este sobrenombre?
De todas formas, y volviendo al general Varela y a aquella España que ahora se quiere borrar de la Historia, la serie que por lo visto ha empezado a grabar el hijo de Paco de Lucía me recuerda demasiado a una película que le dedicaron al dictador, «Franco, ese hombre», de José Luis Sáenz de Heredia, director del régimen, primo de José Antonio Primo de Rivera. En cuanto a la serie sobre el presidente Sánchez, con que no se parezca al docudrama sobre Rociíto me conformo.