Los bancos activan su blindaje ante el dinero ruso: «Los no residentes no podrán hacer negocios»
▶ Las entidades optan por la cautela para evitar asumir más riesgo del necesario
Hacer negocios con ciudadanos y empresas rusas es un riesgo que ahora los bancos no quieren asumir. No solo para con las compañías y los oligarcas sancionados por Occidente –centenares de ellos–, sino que en ciertas entidades financieras ya se enciende un piloto rojo con cualquier operación que implique aceptar dinero ruso.
La banca española tiene una exposición residual al territorio presidido por Vladímir Putin. Nada de inversión directa en el país sino a través de las empresas a las que financia. Sin embargo, eso no quiere decir que las entidades no tengan capital ruso en sus balances, ni que no exista posibilidad de que alguna empresa busque auxilio en bancos de nuestro país.
Por lo pronto, todas las entidades ya comunican que están siendo muy cuidadosas a la hora de cumplir con las sanciones de Occidente. Por ejemplo, con el bloqueo de activos. Y varias firmas van mucho más allá. Porque relacionarse con ciudadanos rusos –y bielorrusos también– ahora mismo es un problema.
Las entidades financieras han optado por poner en cuarentena el dinero procedente de Rusia. Especialmente el de aquellos ciudadanos y empresas no residentes en la Unión Europea. «Los no residentes no podrán hacer negocios con bancos españoles», indican fuentes financieras. Se refieren a cualquier tipo de negocio y operativa. Desde solicitar nueva financiación para su empresa hasta pedir una hipoteca. De hecho, hay préstamos que ahora están en proceso de concesión y que ante la guerra en Ucrania por la invasión rusa se han paralizado por completo.
Así, los bancos están analizando una por una y muy a fondo las relaciones con clientes rusos. Esto pasa, por ejemplo, por investigar con mayor detalle si cabe que antes de dónde proviene cada euro. Todo ello para evitar asumir riesgos innecesarios con ciudadanos de ese país. Aunque también es cierto que en su operativa normal ya de antes se venía vigilando operaciones que pudieran resultar sospechosas de blanqueo de capitales, como reclama continuamente la Unidad de Inteligencia Financiera, el Sepblac, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos.
Este organismo, de hecho, ha publicado varios documentos sobre cómo deben actuar los bancos para cumplir con las sanciones de Occidente. Oficialmente esas directrices solo abarcan a los sancionados, pero las entidades prefieren curarse en salud y no hacer nuevos negocios con capital ruso, salvo algunas excepciones. Excepciones como podrían ser un ciudadano ruso residente en España sin algunas vinculaciones sospechosas que quiera abrirse una nueva cuenta; en cambio, a un no residente en la UE sí se le cerraría la puerta.
En cuanto a nuevas inversiones, los bancos están actuando con mucha cautela. Empresas de toda nacionalidad que quieran ahora apostar por Rusia o Bielorrusia verán cómo las entidades les cierran el grifo. Fuentes financieras destacan en este caso el supuesto de los supermercados Dia, controlados por el fondo Letterone y con la sombra del ruso Mijaíl Fridman, muy cercano a Putin. Las fuentes consultadas apuntan a que a la empresa de distribución se le cierran de momento los grifos del nuevo crédito hasta que se resuelva la situación de Fridman, envuelto en sanciones.
¿Y por qué los bancos no quieren asumir ningún riesgo? Para evitar pérdidas futuras, para evitar incumplir las sanciones y para evitar tirones de orejas a futuro del Banco Central Europeo, que analiza anualmente los elementos de riesgo de cada entidad supervisada. Así, el cumplimiento de las sanciones no es solo importante por la obligación legal, sino porque en caso de incumplimiento pueden estar sujetos a multas cuantiosas que pueden afectar a la base de capital de los bancos.