Sindicatos de semejante clase
No hay nada más libre que un sindicato de clase en España
ESTÁIS armando la de Dios es Cristo, quizás por influjo de la Cuaresma, pero realmente los sindicatos están libres de sospecha. No hay circunstancias objetivas para hacer lo que queréis que hagan. No hay motivos ningunos para que se echen a la calle en toda España y le monten un pitote al Gobierno. Se os va la cabeza por culpa de la toxicidad en la que vivís. Ciertas influencias mediáticas son más peligrosas que el Polonio con el que los agentes del actual KGB aderezaban el café de los opositores a Putin en Londongrado. A ver, pararse un momento, apagar la moto y bajarse del pensamiento GP: ¿Realmente encontráis razones limpias y desprovistas de saña política para que los sindicatos de semejante clase cojan las pancartas, las pegatinas y el megáfono para salir a la calle y gritarle a Sánchez que se vaya con la toalla a la playa? No hay ninguna. No hay razón objetiva que te anime a contaminar la calle con el vertido tóxico de las cloacas políticas. Sois unos auténticos fachas. Llevan razón estos sindicalistas cuando os lo gritan en las calles y os lo escupen en vuestras caras. Sois víctimas de una grosera manipulación, esclavos del directorio ideológico de la derechona, asalariados de las cadenas de la subordinación política.
No hay nada más libre que un sindicato de clase en España. Son la esencia del pensamiento liberal, de la independencia ideológica, de la aversión a convertirse en correa de transmisión del poder político. Son, como el viento, libres. Y como el asceta, refractario a la prebenda y al dinero. Nunca podréis dudar de su alta honorabilidad sindical. A ver ¿cuándo un sindicato de clase semejante ha extendido la mano para que el gobierno se la enmanteque? Hagan memoria. ¿Han vendido en alguna ocasión su libertad de acción y pensamiento al dinero del presupuesto con el que la política mantiene el clientelismo de establo? Ninguna. Y el que quiera ver lo contrario es un facha. Un inadaptado político que sobrevive en la jungla de la extrema derecha con el único objetivo de ver arder el país. Piensen un momento qué sería de España si los sindicatos de semejante clase no estuvieran presentes en la sanidad, en la educación, en la pesca. Os ciega la conjuntivitis de la política rancia. ¿Cuándo se ha comido más cigalas en España y gambas blancas de Huelva de no ser por el sano esfuerzo y militancia sin fisuras de los sindicatos de semejante clase?
No os dejéis abducir. Los marcianos de la derechona os beben la liquidez mental y os convierten en zombis de la propaganda neofacha. Sabemos que la depresión energética cierra plantas cementeras, encarece la vida, el gas, la luz, la gasolina y el gasoil son artículos de lujo, la inflación aspira a los dos dígitos, la angustia anda suelta y sin vacunar y los impuestos, que se subieron cuando Europa los bajaba para combatir los efectos de la pandemia, se volverán a bajar… a su tiempo. No tan rápido como en Francia, por ejemplo. Que hay que rebañar. Es cierto que a Rajoy se le armó un pitote por elevar la electricidad al ocho por ciento. Pero el precio de ahora no es por una mala gestión del Gobierno. Es por la guerra. Y la guerra es la guerra. No hay motivos para salir a la calle. Y sí para pensar que los sindicatos de semejante clase defienden divinamente a sus trabajadores. A los demás que les vayan dando que son unos fachas…