Una semana de protestas en Bolivia por la detención de un líder opositor
▶ El gobernador Luis F. Camacho fue internado en una cárcel de máxima seguridad
cicladora de basura, Aline Sousa, como uno de los símbolos de las políticas de inclusión de su Gobierno.
Lula da Silva revocó también un decreto firmado el viernes por el exvicepresidente Hamilton Mourão, que reducía impuestos para grandes empresas, lo que podría impactar el presupuesto de su Gobierno en el ingresos en el primer año. Lo normal en gobiernos de transición es que quien sale consulte al que entra, especialmente en medidas con impacto fiscal, como era el caso.
Jefes de Estado
En su primer día útil como presidente, se reunió con el Rey Felipe VI de España, en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería brasileña, el primero de una serie de encuentros con jefes de Estado. El contenido de la conversación no fue difundido, pero el equipo de comunicación del Gobierno difundió una foto del encuentro.
A lo largo del día, el presidente también marcó 16 reuniones con delegaciones extranjeras. Lula se encontró con el presidente de Bolivia, Luis Arce; el argentino, Alberto Fernández; el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, y el presidente de Chile, Gabriel Boric. También se reunió con Marcelo Rebelo, de Portugal; Gustavo Petro, de Colombia; Iris Sarmiento, de Honduras, entre otras autoridades.
Al menos 85 personas ya han sido arrestadas en Bolivia en medio de represiones policiales contra marchas y protestas que exigen la liberación del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho. El opositor al Gobierno de Luis Arce fue violentamente aprehendido y enviado a una cárcel de máxima seguridad, acusado de terrorismo. Desde entonces, los conflictos no han cesado en ese país, dejando heridos y daños materiales. Las principales calles y avenidas del departamento de Santa Cruz se han convertido en un verdadero campo de batalla desde el pasado miércoles por los enfrentamientos entre policías y personas movilizadas. Allí se ha convocado a una movilización permanente, vigilias, marchas, bloqueos e incluso se ha desconocido al comandante de la Policía en esa región.
Y es que los hechos de violencia ya han dejado varios heridos, más de doscientos ciudadanos de acuerdo al comité cívico. Entre ellos un joven de 27 años que perdió el ojo izquierdo y tiene fracturas en la nariz, a causa de una granada de gas lacrimógeno disparada por la
Policía, según contó la víctima. Por su parte, las fuerzas del orden declararon también heridos en sus filas.
Los conflictos se iniciaron la tarde del 28 de enero, después de que miembros de la Policía boliviana aprehendieran a Luis Fernando Camacho de forma violenta. Hombres encapuchados sacaron de su vehículo al opositor, lo encañonaron con armas de fuego, para después trasladarlo a la ciudad de La Paz, contaron las personas que lo acompañaban y calificaron el hecho como un «secuestro». Luis Fernando Camacho fue enviado preventivamente a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro, donde encierran a los más peligrosos criminales. Es investigado por el delito de terrorismo y lo acusan de provocar la renuncia del entonces presidente Evo Morales en 2019, cuando la primera autoridad buscaba una tercera reelección y fue acusado de cometer un fraude electoral.
La noche de año nuevo fue una de las jornadas más violentas por los enfrentamientos entre policías y manifestantes, hubo intercambio de gases lacrimógenos y fuegos pirotécnicos entre ambos bandos. Hasta ayer se contabilizaba al menos diez edificios quemados; entre ellos los de la Fiscalía, oficinas antinarcóticos,
La noche de Año Nuevo fue de las más violentas con decenas de detenidos. Un joven perdió un ojo durante los choques con la Policía
la Gobernación cruceña, la sucursal de un banco y hasta la vivienda de un ministro del Gobierno. Por esos hechos, alrededor de 85 personas fueron aprehendidas, luego llevadas ante la Justicia y 22 fueron sentenciadas a entre dos y tres años de prisión.
Denuncia ciudadana
Los ciudadanos han grabado con sus móviles los excesos policiales. Por ejemplo, miembros de la Policía quemando motocicletas, gaseando a grupos de personas en lugares cerrados e incluso periodistas han sido víctimas de las agresiones. Por su parte, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, negó los excesos de la Policía a través de sus redes sociales. La autoridad escribió que las fuerzas del orden hacen una tarea «loable» de contención de «grupos radicalizados» y pidió que las protestas fueran pacíficas. El comandante de la Policía de Santa Cruz también justificó la actuación de sus efectivos. «Toda acción genera reacción», respondió a un líder cívico, que iba acompañado del parlamentario europeo Víctor Gonzáles y el chileno Luis Fernando Sánchez.
Mientras la tensión continúa en el departamento de Santa Cruz, los abogados de Luis Fernando Camacho han advertido que la salud del opositor está decayendo a causa de una enfermedad en la sangre que lo obliga a recibir un tratamiento especializado. «Cualquier motivo que cause mi muerte el responsable es Luis Arce» escribió Luis Fernando Camacho desde la cárcel el pasado domingo.