Cada español paga con tarjeta 14 veces al mes, un 62% más que en 2019
▶ En el tercer trimestre de 2022 se realizaron 1.937 millones de operaciones en TPV
El pago con tarjeta cada vez le come más terreno al efectivo. Así se desprende de la última estadística del Banco de España y un reciente estudio del Banco Central Europeo (BCE) sobre los hábitos de pago en la zona del euro. En el tercer trimestre de 2022 se llevaron a cabo más de 1.937 millones de operaciones en terminales de punto de venta (TPV), por un importe de 62.199 millones de euros.
Realizando la comparativa respecto al mismo trimestre de 2019, año previo a la pandemia, se han realizado 755,3 millones más de operaciones en el tercer trimestre de 2022. En términos de importe, la cifra se ha incrementado en 19.670 millones de euros. En este sentido, conviene hacer la comparación con el año anterior al Covid19 ya que el confinamiento produjo cambios en los hábitos de consumo y pago, como muestran las estadísticas.
Así las cosas, hace tres años cada español de media hacía 8,38 operaciones con tarjeta al mes; el importe medio mensual era de 327,69 euros. Ahora, los datos se han incrementado sobremanera: se hacen casi 14 operaciones en TPV por cada español y mes, por una cantidad de 437,07 euros. El incremento en cuanto al número de compras es del 62,4% y en cuanto a dinero, del 33,4%.
Estos datos encuentran relación con cómo ha evolucionado el número de TPV en España. A cierre del tercer trimestre de 2022 había en nuestro país 2.362.297 terminales, mientras que hace tres años el número era de 1.934.535 dispositivos. Esto son casi 430.000 TPV más que antes de la pandemia.
Cantidad de tarjetas
Asimismo, para medir el auge de los pagos con tarjeta es necesario acudir a la estadística, también del Banco de España, de cuánto ‘plástico’ hay en circulación. En el tercer trimestre de 2019 había 84,98 millones de tarjetas, mientras que ahora hay ya 88,14 millones.
El último estudio del BCE, de hace escasos días, pone de manifiesto que los pagos con tarjeta son cada vez más numerosos. «La tendencia al uso de los medios de pago electrónicos se ha acelerado con la pandemia y el grueso de los consumidores prefiere ahora utilizar este tipo de medios de pago. El porcentaje de compras online con respecto al total de operaciones diarias en la zona del euro se ha incrementado significativamente
Número de operaciones
En millones
I T2019
Importes
En millones de euros
I T2019
Uso del efectivo
I T2020 hasta situarse en el 17% en 2022, frente al 6% en 2019. En cuanto a las compras en puntos de venta físicos, el porcentaje de pagos con tarjeta ha crecido 9 puntos porcentuales y se sitúa en el 34% en 2022, representando los pagos sin contacto la mayor parte de este tipo de pagos actualmente», indica el documento, hecho público hace escasos días.
La razón de este auge sostenido es que «se considera que las tarjetas son más rápidas y fáciles de utilizar, y además reducen la necesidad de llevar grandes cantidades de efectivo». En este sentido, el ‘plástico’ es el medio de pago más utilizado para los desembolsos de mayor importe.
Pese a todo, el uso del efectivo no está muerto. Sigue siendo el método de pago más utilizado en la zona del euro, según señala el BCE, aunque su peso se haya reducido. «El efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado en los puntos de venta físicos, pero
Pese al auge de los pagos con tarjeta, el efectivo sigue siendo el método más utilizado en los comercios físicos
I T2021
I T2022 el porcentaje de compras en efectivo se está reduciendo, según el último estudio sobre los hábitos de pago de los consumidores en la zona del euro. En 2022, el efectivo se utilizó en el 59% de las operaciones realizadas en los puntos de venta físicos, frente al 72% en 2019», indica el documento.
En este sentido, el dinero físico «es el medio de pago más usado en los pagos de pequeño importe en comercios físicos y para las operaciones entre particulares. La mayoría (un 60%) también considera que es importante tener la opción de poder pagar en efectivo».
Entre las ventajas del efectivo, los consumidores «perciben que el efectivo es útil para el control de sus gastos, para proteger su privacidad y para poder liquidar las operaciones inmediatamente. En conjunto, están satisfechos con su acceso al efectivo, y una gran mayoría de ellos considera que es sencillo acceder a un cajero automático o a una entidad bancaria para retirar efectivo en casi todos los países», según recoge el BCE.
Bajo este escenario, el supervisor bancario europeo recuerda que su compromiso es con la libertad del usuario para escoger el método de pago que más se adapte a sus necesidades. En otras palabras, que aunque el uso del efectivo caiga, no dejará de tener respaldo de la institución.