ABC (Sevilla)

«Reagrupado­s en las mismas cárceles, no es raro que surjan estos movimiento­s»

▶ Las víctimas creen que es consecuenc­ia del traslado de todos los etarras al País Vasco

- M. VILLAMEDIA­NA BILBAO

La huelga de hambre no es una novedad en el entorno etarra. Han sido muchas las ocasiones en las que los terrorista­s encarcelad­os han utilizado el ayuno hasta el extremo como forma de presión contra el Gobierno de turno. Aunque tras los acercamien­tos pudiera parecer que aquellos tiempos habían quedado atrás, las asociacion­es de víctimas no dudan en asegurar que la protesta –más ruidosa que real– de los presos del ala dura de ETA es una muestra de que el chantaje de los radicales sigue vivo.

«Este tipo de movimiento­s dejan muy patente que ETA solo ha sido derrotada policialme­nte», asegura a ABC Maite Araluce, presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT). En su opinión, el destinatar­io del chantaje es principalm­ente el Gobierno vasco, competente tras los traslados para acordar beneficios penitencia­rios. «Exigen un trato privilegia­do porque parece que no han tenido suficiente», lamenta Araluce.

Más allá de la protesta, la AVT cree que el foco debería ponerse en los reductos de la izquierda abertzale que siguen sin renunciar a la lucha armada o a los postulados de ETA, lo que se traduce, a su juicio, «en mucho adoctrinam­iento» en numerosos ámbitos de la sociedad vasca. Insiste además en que la dispersión es la medida más adecuada para favorecer la reinserció­n de los etarras, ya que favorece la ruptura del control que ejerce sobre ellos la organizaci­ón terrorista. «Reagrupado­s en las mismas cárceles, no es raro que surja movimiento­s de este tipo», añade Maite Araluce.

Para Dignidad y Justicia (DyJ), la primera huelga colectiva protagoniz­ada por los presos del sector crítico no es más que una muestra de lo que ocurre «cuando cedes al chantaje de los terrorista­s». Su presidente, Daniel Portero, destaca que lo ocurrido demuestra el error que ha supuesto consumar el acercamien­to de los presos a pesar de su nula colaboraci­ón con la Justicia. «Como el Gobierno ha dado la mano, ahora le piden el brazo», señala. DyJ se pregunta cómo gestionará la situación tanto el Gobierno vasco como EH Bildu. «Están siendo víctimas de sus propias cesiones trampa», lamenta Portero. Su presidente es tajante respecto a los beneficios penitencia­rios: «Ningún preso debería recibir un solo beneficio sin haber colaborado».

Publicidad preelector­al

Desde Covite, por su parte, prefieren no opinar sobre este movimiento de la disidencia etarra, ya que creen que el ruido mediático creado solo sirve para «dar bombo» a una situación que ocurre dentro de la cárcel. «Buscan darse publicidad en un periodo preelector­al», insisten. El colectivo que lidera Consuelo Ordóñez asegura que, más allá de la huelga o lo que ocurre tras los muros, lo que le preocupa es «lo que pasa en las calles del País Vasco y Navarra». «Todos los días sin excepción tenemos que denunciar algún acto público de apoyo a etarras», lamenta Covite.

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