Pisotenientes
Para crujirlos con la ley de Vivienda se han inventado, en vez del terrateniente, el pisoteniente
JM NIETO
EL RECUADRO
PUES resulta que los pisos del ‘banco malo’ no eran tan buenos, y no estaban ni en el centro ni en las ciudades donde para encontrar trabajo tienen que irse los muchachos de la España vacía. Y resulta que la mayoría de los pisos de la Sareb tenía los pichones a medio criar, esto es, andaban a medio construir, con las obras paradas. Le hemos pillado otra mentira electoral más a Sánchez: los buenos pisos del ‘banco malo’ que iba a ofrecer a precios asequibles, no se sabe si en venta o en alquiler. Y de ahí ha venido ya el despiporre electorero de las ofertas de pisos para captar el voto joven en las municipales y autonómicas. Yo ya ni sé la de pisos que ha ofrecido Sánchez, si 40.000, si 70.000, si 170.000, si 200.000. No encontraría ni inquilinos ni compradores para tantos pisos, en caso de que existiesen y no fuesen la habitual mentira en forma de promesa electoral.
Como todo lo arreglan achacando los males de España al PP, a las empresas multinacionales o a las grandes fortunas, en el caso de los pisos se han inventado una nueva figura demagógica del rico potrico. Ya no son los que iban a brear a impuestos, las grandes fortunas, los de la chistera y el puro. Y como el campo está como anda con la sequía y con la guerra del agua de Doñana, pues tampoco funciona la figura demagógica del terrateniente latifundista. Pues cuanto más latifundista sea y más terrateniente, más ruina tiene encima con la sequía que no va a permitir este año ni sembrar arroz, por falta absoluta de agua. Por eso, para crujirlos con la nueva ley de Vivienda se han inventado en vez del terrateniente, la figura del pisoteniente. ¡Leña al pisoteniente, latifundista de viviendas! Usted mismo puede ser pisoteniente y no se ha enterado. Basta con que con muchas fatigas, recién casado, comprase con una hipoteca su casa de usted. Y que luego, como las cosas le fueron mejor, adquiriese un buen apartamento en la playa; y para su hija, cuando se casó, un pisito que no está nada mal y escrituró a su nombre. Y luego, cuando murieron sus padres, heredó el piso, lo arreglaron y lo alquilaron. Eche usted las cuentas de la de propiedades que tiene. Por lo menos la que cuentan para que figure usted en el mismo apartado de los fondos buitres, de ahí que le crujan como pisoteniente y no le pueda subir la renta a su inquilino más que un 2 por ciento. Eso en el caso de que no se le haya metido por las puertas un inquilino de los que tienen la costumbre de no pagar, y como además está el tío en situación de vulnerable, échele usted un galgo para poder desahuciarlo. Le pueden caer en su piso okupas con contrato, en cuanto no le quieran pagar la renta y digan que son población vulnerable. No olvide que Podemos, ahora en el Gobierno, nació de una organización contra los desahucios, y la ley de Vivienda es un paraíso soñado para ellos y para ese Sánchez cada vez más ‘podemizado’, como le dijo Feijóo en el debate del Senado. Usted no usa chistera ni fuma puros, pero es un pisoteniente que debe pagar todos los derroches de subvenciones y mamelas que se reparten a peluz para ganar el voto joven en las próximas elecciones.