El PP apremia al Gobierno a ir más allá en el rechazo a Bildu
▸ Feijóo: «Lo indecente es que tú, Sánchez, gobiernes con ellos y sometas el futuro de España a ellos»
Se preguntan en el PP si las dos semanas que quedan hasta el 28 de mayo son o no demasiado tiempo para que el escándalo en torno a las listas electorales de Bildu se prolongue toda la campaña. Pero desde luego su voluntad es exprimir al máximo una cuestión que entienden pone al PSOE ante el espejo de su electorado y arruina cualquier pretensión de los socialistas de presentar esos pactos como positivos para la gobernabilidad del país.
Feijóo estará hoy en Zaragoza. Pero después se desplazará a Pamplona y Vitoria. Y el lunes, a Bilbao. El martes toca sesión de control en el Senado, donde habrá cara a cara con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Queda todavía recorrido para que este asunto vertebre la campaña.
En el PP confiesan que las alianzas del Gobierno de coalición y sus cuitas internas iban a ser ya un eje de su campaña. Hasta aquí, ninguna sorpresa. Pero reconocen que este caso sobrepasa sus previsiones porque, explican, hay una parte del electorado que puede haber aceptado la virtualidad de unos pactos puntuales con Bildu. El PSOE lleva cinco años afanándose en normalizar esa alianza.
¿Este episodio mueve voto? En el PSOE aseguran que ninguno, que todo lo que tiene que ver con sus pactos está ya asumido y no tendrá coste. En el PP no se atreven todavía a definir cómo afectará al PSOE. «Lo que es seguro es que no les beneficia por más vueltas que quieran darle», reflexionaba ayer un dirigente madrileño. En el PP anticipan que sí puede darse un efecto de abatimiento en el votante socialista dudoso, aunque nunca vaya a votar al PP, y un último empujón para quienes nunca han votado a los populares y ahora albergan dudas de hacerlo. En un escenario electoral tan ajustado como el que anticipan los sondeos, cada voto cuenta. Los propios y los que no sume el contrario.
Ayer Feijóo hizo tándem en Getafe (Madrid) con la presidenta de esta comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y en esa mixtura se pudo escuchar una enmienda a la totalidad de lo que representa Pedro Sánchez. El líder del PP insistió en el mantra de «derogar el sanchismo» en el fondo y en las formas.
Pero muy pronto pasó a la cuestión de Bildu. Feijóo entiende que no son suficientes las palabras de Sánchez desde Washington diciendo que «no es decente» la presencia de condenados por terrorismo en las listas. Y el marco que busca el PP es trasladar la responsabilidad al presidente del Gobierno: «De Bildu no se puede esperar nada. Lo indecente es que tú, Sánchez, pactes con ellos, gobiernes con ellos y sometas el futuro de España a ellos».
El líder de la oposición califica de «sencillamente vergonzosa» la relación del PSOE con los bildutarras
El líder de la oposición incidió en la nula reacción «del partido sanchista» tras «48 horas demoledoras para la historia del sanchismo». Feijóo plantea que, «si ya era reprobable la relación del sanchismo con Bildu, ahora es simplemente vergonzosa». La estrategia es clara: sortear el intento de diferenciación respecto a Sánchez que despliegan algunos candidatos. Jorge Azcón en Aragón, Paco Núñez en Castilla-La Mancha y María Guardiola en Extremadura están incidiendo en esa idea. También lo hizo ayer el presidente andaluz, Juanma Moreno. Todo el PP está en eso. Aunque se asume que en algunos territorios tiene menos impacto. En esa línea, Feijóo planteó una consigna que sus candidatos ya repiten por toda España: «O Sánchez rompe con Bildu o sus candidatos rompen con Sánchez. Si ni Sánchez ni sus candidatos defienden la dignidad de nuestra nación, la dignidad de otras víctimas, lo haremos nosotros».
En el PP creen que hay base con la Ley de Partidos en la mano para cuestionar la legalidad de Bildu. Esta norma, en su artículo 9.2, establece que «un partido político será declarado ilegal cuando su actividad vulnere los principios democráticos, particularmente cuando con la misma persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades o imposibilitar o eliminar el sistema democrático, mediante alguna de las siguientes conductas». Y el artículo 3 señala como una de estas conductas «incluir regularmente en sus órganos de dirección o en sus listas electorales personas con delitos de terrorismo que no hayan rechazado públicamente los medios y los fines terroristas».
A continuación, se aborda en el artículo 10 la suspensión judicial o disolución de un partido. Y el procedimiento se detalla en el artículo 11. «Están legitimados para instar la declaración de ilegalidad de un partido político (...) el Gobierno y el Ministerio Fiscal». El Congreso o el Senado podrán instar al Gobierno que solicite la ilegalización. En el PP creen que la iniciativa registrada por Vox en la Cámara Baja para activar la Ley de Partidos y proceder a la ilegalización de Bildu no tiene recorrido porque carecerá de apoyos suficientes. Y prefieren poner el acento en que el Gobierno y la Fiscalía podrían actuar ya.