Rune, la pesadilla de Djokovic
MASTERS 1.000 ROMA
testigo del número uno del mundo. El joven nórdico celebró en el Master 1.000 de Roma la segunda victoria de su carrera sobre el serbio, al que ya había derrotado en noviembre de 2022 en la final del Masters 1.000 de París-Bercy, privándole así de la posibilidad de defender el título que conquistó en el Foro Itálico en la última edición. Djokovic, seis veces ganador del torneo, no cedía en cuartos de final en la capital italiana desde hacía diez años. Una derrota en tres sets.
«Es muy rápido y tiene una gran anticipación. Es un jugador muy talentoso, dinámico y completo», alabó el balcánico al ser preguntado por su verdugo (7 del mundo) tras un partido de dos horas y 20 minutos de duración. «La nueva generación ya está aquí. Alcaraz es el número uno del mundo desde el lunes, viene jugando un tenis increíble. Creo que es bueno para nuestro deporte que tengamos nuevas caras, es algo normal», añadió tras su adiós en el quinto Masters 1.000 de la temporada.
Despedida de Badosa
En la jornada de ayer, el tenis español se quedó sin representación en el cuadro individual por la derrota de Paula Badosa (35 del mundo) ante la letona Jelena Ostapenko (8), campeona de Roland Garros en 2017, en los cuartos de final. La catalana, que estaba recuperando buenas sensaciones en las últimas semanas tras varios meses de pobres resultados que le habían llevado a caer del número 2 del ranking hace poco más de un año al actual número 35, poco pudo hacer ante una Ostapenko muy inspirada y a la que no le tembló la muñeca en los momentos clave.
Badosa, fuerte mentalmente aunque mermada físicamente por la batalla de tres horas que libró el martes en los octavos de final, fue capaz de igualó un 0-2 en el inicio del set definitivo, pero acabó cediendo ante los cañonazos de Ostapenko.