Ayuso y la defensa de los hombres
La culpabilizan a ella de los problemas de algunos hombres que la rodean. Igual podía probar a no defenderlos tanto
Amí, como a Isabel Ayuso, me gusta comparar siempre y, sí, también quiero un Día del Hombre, aunque ya exista en noviembre. Otro más. Que algunos salgan a pedir lo que no tienen: más educación, más respeto, menos actitudes amenazantes, más conciliación... ¿Se lo imaginan? En primera línea de la manifestación de ese nuevo día, sujetando la pancarta, podría ir –es más, debería ir– el ministro Óscar Puente. Hemos visto su bipolaridad en redes: un día se pone tierno dando gracias por sus seguidores, oh la fama, y otro te suelta el machirulismo del año referido a ¿quién?, sí, a Ayuso. Aún estamos esperando que la ministra de Igualdad se lo afee.
El Día de la Mujer la presidenta madrileña dio en el clavo yendo más allá que cualquier feminista. Los hombres, hay que poner el foco en los hombres. De ahí que pidiera ese otro día para ellos. Pobres, mueren en las guerras –y las ordenan– y son mayoría de víctimas de accidentes de tráfico. Se le olvidó decir quiénes son los que más los causan. O que llenan las cárceles. Es por los puteros que hay trata de mujeres. Es por los violadores que hay violaciones. Es por los maltratadores que hay mujeres enterradas en vida y asesinadas sin piedad.
Los hombres, de media –¿se entiende que estoy hablando de medias?–, viven menos que nosotras y una teoría apunta a que se cuidan menos –maginen del resto–. Se suicidan más porque como a los chicos les dicen que no se llora gestionan peor las emociones. Incluidas la rabia, el dolor, el odio. Qué trabajazo ahí. A ver si empieza la Comunidad de Madrid.
Asesorarse y leer sobre masculinidades va muy bien, aunque entiendo que en el PP produzca alergia la palabra. Es un vocablo susto. Peor que feminismo. Sin embargo, su estudio histórico explica muchos comportamientos testosterónicos y sus consiguientes aplausos hermanados.
Las feministas lo somos porque queremos vivir en una sociedad con hombres, si no aprovecharíamos mucho más esos datos con los que Ayuso los victimizó –¿o cree que no los conocemos?– para ir en su contra. Pero no demandamos una sociedad contra los hombres. No buscamos venganza histórica. Tampoco que frieguen solos todos los platos. En este punto, de verdad que intento entender un poco cómo las mujeres que no tienen que fregarlos no le ven sentido a esto. No ayudan los libros de historia que no recuerdan gracias a quiénes votamos.
Lo que queremos es una sociedad con más educación, respeto e igualdad. Eso incluye que algunos tengan más educación, más respeto y sean menos violentos. Ganaríamos mujeres y hombres. Por eso tiene razón Ayuso. Hay que poner el foco más en ellos. La popular lo está experimentando estos días. La culpabilizan a ella de los problemas de algunos hombres que la rodean. Igual podía probar a no defenderlos tanto.