El riesgo alto de lluvias para el Martes Santo se concentra entre las 15 y las 18 horas
Los cofrades seguirán abonados a los partes meteorológicos en esta primera parte de la Semana Santa. Por ahora, la lluvia está siendo protagonista aunque el Lunes Santo dejó una ventana por la que pudieron colarse la mayoría de las hermandades del día que lograron salir a la calle. ¿Cuál es el pronóstico para este Martes Santo? Continúan las bajas presiones sobre el Atlántico, lo que va a ocasionar que diversos frentes se acerquen a la región y que la inestabilidad atmosférica sea un escenario posible en los cielos sevillanos. Con esta situación la predicción más probable es la siguiente, aunque pendiente de posibles variaciones:
El tiempo estará marcado por los intervalos nubosos que traerán precipitaciones que serán probables, en torno al 60%, en la primera mitad del día. Con posterioridad disminuirá la probabilidad de lluvia a un 20 o 30%, aunque habrá momentos de mayor probabilidad (60 a 70%) entre las 15 las 18 y durante la medianoche. El viento será apreciable, soplando moderado de Poniente. Las temperaturas bajarán un poco, con una máxima de 16 grados y una mínima de 9.
Miércoles Santo
Seguirán los intervalos nubosos, siendo en general baja la probabilidad de lluvia, entorno a un 30%. Algo mayor en la madrugada y la tarde. Sigue el viento flojo a moderado de Poniente y las temperaturas subirán ligeramente, con una máxima entorno a los 18 grados y una mínima de 10.
Desde el Jueves Santo a Domingo de Resurrección, se espera la llegada de sucesivos frentes acompañados de precipitaciones, con periodos entre ellos de menor inestabilidad. Si bien, el tiempo tan cambiante obliga a revisar constantemente los partes.
Lo ocurrido en Sevilla este Lunes Santo ya pasado fue una réplica de lo que vivieron otras semanas santas de Andalucía. Así, mientras en Almería y Huelva pudieron salir todas las hermandades, aunque con ajustes horarios y recorridos más cortos para esquivar los periodos de máximo riesgo; en Granada y Jaén se vieron obligados a cancelar todo el programa de procesiones. En Málaga y en Cádiz hubo cal y arena como en Sevilla, y sólo algunas corporaciones pudieron realizar su estación de penitencia, cerrando una jornada muy difícil para la organización de los cortejos.