Los detenidos, a prisión acusados de terrorismo y con signos de violencia
▸El expresidente ruso Dimitri Medvédev abogó ayer por «matar a todos los implicados» en la masacre del viernes ▸El número de muertos se sitúa en 144. Harán falta pruebas de ADN para identificar a algunas de las víctimas
El expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, Dimitri Medvédev, abogó ayer por «matar a todos» los implicados en el atentado perpetrado el viernes en el Crocus City Hall de Moscú, incluidos «los que ayudaron» y los que «financiaron» el ataque, que dejó en torno a 144 muertos y cuya autoría ha sido reclamada por el grupo yihadista Daesh.
«Todo el mundo me pregunta qué hacer. Fueron capturados. Bien hecho por parte de todos los que los capturaron. ¿Hay que matarlos? Es necesario, y así se hará, pero es mucho más importante matar a todos los implicados. A todos. A los que financiaron, a los que mostraron sus simpatías y a los que ayudaron», escribió en Telegram. «Matadlos a todos», añadió. Medvédev advirtió el domingo que las autoridades de Rusia «vengarán a todos» los muertos en el atentado y aseguró que «todos los implicados, independientemente de su país de origen y de su estatus, son ahora un objetivo prioritario y legítimo (…). Esperad, bastardos».
Este domingo por la noche, el Tribunal Basmanni de Moscú decidió enviar a prisión preventiva a los cuatro arrestados por el atentado terrorista reivindicado por Daesh del pasado viernes en el Crocus City Hall, en donde, según un nuevo balance de víctimas no oficial, perecieron 144 personas. Se trata de Dalerdzhón Mirzóyev, de Saidakrami Rachabalizoda, que compareció en la sala del juzgado con parte de la cabeza vendada después de que le fuera cortada la oreja derecha durante el interrogatorio; de Shamsidín Fariduni y de Mujammadsobir Faízov, llevado allí en camilla y con ropa de hospital.
Todos ellos, supuestamente procedentes de Tayikistán, aunque sus ciudadanías no han sido dadas a conocer oficialmente, aparecieron ante el juez con signos de haber sido golpeados. El domingo, se publicó un vídeo del interrogatorio de Faízov desde una unidad sanitaria de cuidados intensivos. El imputado tiene una lesión en el ojo, se le colocó un catéter y una bolsa para la orina. Fue llevado al tribunal acompañado de médicos.
El tribunal examinó el caso a puerta cerrada y falló enviarlos a prisión preventiva, de momento, hasta el 22 de mayo, periodo que será prolongado mientras no se fije la fecha del juicio. Al parecer, Rachabalizoda y Mirzóyev se reconocieron culpables, admitieron haber perpetrado la matanza. Las comparecencias de los cuatro ante el juez se llevaron a cabo en lengua tayika, mediante traducción al ruso. Se enfrentan a penas que podrían llegar a la cadena perpetua.
Daesh vengará las «torturas»
Así mismo, el Tribunal Basmanni ha dispuesto prisión preventiva hasta el 22 de mayo para la familia compuesta por Aminchón, Dilovar e Isroil, todos de apellidos Islómov. Resulta que Dilovar Islómov, que tiene nacionalidad rusa –nació en Dushanbé, la capital de Tayikistán– y trabaja como taxista, fue quien vendió a los terroristas el vehículo con el que escaparon de la escena del crimen. En total, fueron detenidas 11 personas, así que aún tendrán que pasar por el mismo juzgado otros cuatro sospechosos.
A través de un nuevo comunicado de Daesh –Estado Islámico–, publicado por Al-Azaim, uno de sus medios de comunicación, el grupo yihadista amenaza directamente a Putin y promete más atentados para vengar las «torturas» infligidas a los autores de la matanza del pasado viernes en la periferia moscovita. Según fotos difundidas por el canal de Telegram Grey Zone, próximo en su día al disuelto Grupo Wagner, uno de los acusados fue torturado con descargas eléctricas después de su arresto. En las imágenes distribuidas por el canal, un hombre con los pantalones bajados yace en el suelo de un gimnasio con cables extendidos hasta la ingle. El mismo canal fue el que sacó un vídeo en el que las fuerzas de seguridad golpeaban a los detenidos y a uno de los terroristas le cortaron la oreja derecha y lo obligaban a comérsela. El vídeo de Daesh va acompañado del comentario «esto les pasará a todos».
La publicación ‘Baza’ asegura que el número de muertos se eleva ya a 144 y 97 personas continúan todavía hospitalizadas. Durante la noche fueron encontrados 17 fragmentos de cadáveres en el lugar del ataque terrorista. Varias decenas de personas siguen desaparecidas y muchos cadáveres aún no han sido identificados. Para determinar la identidad de muchos será necesario un análisis de ADN. Centenares de moscovitas acudieron el domingo, que fue día de luto, al Crocus City Hall a depositar flores en recuerdo de las víctimas en un memorial improvisado a la entrada del complejo.
Pero el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) y la práctica totalidad de los medios oficiales rusos siguen insistiendo en la «complicidad» de Ucrania en el ataque sin haber mostrado una sola prueba de ello. Ayer se le preguntó al portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sobre la autoría y el vídeo difundido por Daesh y no quiso culpabilizar por el momento a los yihadistas. «La investigación está en curso y la Administración presidencial se equivocaría si hiciera comentarios sobre el desarrollo de las pesquisas. No lo haremos», subrayó Peskov, quien tampoco
Bombas lanzadas en Ucrania llevan ya inscripciones de venganza por lo sucedido en el Crocus City Hall, como «¡Esto va por el Crocus!»
quiso decir nada sobre las acusaciones de tortura aplicada a los sospechosos. Negó además que el atentado pueda interpretarse como un «fracaso» de las fuerzas de seguridad rusas.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, en una entrevista al diario ‘Komsomólskaya Pravda’, puso en cuestión las afirmaciones de EE.UU. de que detrás del atentado está Daesh y no Ucrania. A su juicio, apuntar a los islamistas pretende «cubrir a sus pupilos de Kiev». Mientras tanto, según fotografías difundidas en las redes sociales, las bombas que la aviación rusa está utilizando en sus incursiones contra territorio ucraniano, llevan ya inscripciones de venganza por lo sucedido en el Crocus City Hall como «¡Esto va por el Crocus!».