Austria empieza a indemnizar a víctimas represaliadas por leyes homosexuales
▸ Las compensaciones son bajas y muchos prefieren olvidar para no volver a revivirlo
Han pasado cuatro meses desde que la ministra de Justicia de Austria, Alma Zadi , del partido verde, lanzó su programa de indemnizaciones. Están destinadas a todas aquellas personas que fueron procesadas o condenadas por actos homosexuales consentidos desde la derogación por parte del Tribunal Constitucional de las últimas disposiciones penales en vigor. Pero muchos de los afectados prefieren no presentar la solicitud, como Johan, un jubilado de Viena que prefiere no volver a recordar aquellos hechos. «Lo peor no fue la condena en sí, sino tener que pasar por una máquina burocrática que te ponía el cartelito de homosexual», explica, y ahora no estoy dispuesto a pasar por la misma máquina burocrática para que me ponga esta vez el cartelito de víctima, no a estas alturas».
El Ministerio de Justicia austriaco no ha publicado todavía cifras de solicitudes de indemnización. Hay 11.000 personas en situación de solicitud, pero varios potenciales solicitantes consultados por ABC responden con la misma negativa: el dinero de la indemnización no merece la pena el señalamiento. «Si la Justicia austriaca ha despenalizado la homosexualidad no ha sido por iniciativa propia, sino por imposición de la Unión Europea. Y aquí dentro sigue habiendo una gran homofobia, si sales de ciertos barrios de Viena. Por eso sigue siendo un riesgo acudir a la Administración y declararte abiertamente homosexual, aunque sea para cobrar una indemnización», comenta uno de ellos.
El Ministerio de Justicia ha dispuesto un fondo de 33 millones de euros para estas indemnizaciones y un programa de rehabilitación que anulará las sentencias condenatorias del pasado. Por cada sentencia anulada, el afectado que lo solicite será resarcido con 3.000 euros. Hay además 1.500 euros por cada año o parte del mismo de la privación de libertad y 500 euros por cada investigación cerrada. Por último, se prevé el pago de 1.500 euros para casos que se hayan visto especialmente perjudicados económicamente.
En un país en el que el salario medio fue de 52.666 euros en 2022, lo que supone mensualmente unos 4.400 euros, las cifras de las indemnizaciones no suponen suficiente atractivo para los afectados. Solamente uno de ellos, Michael Woditschka, presentado por el Ministerio de Justicia como ejemplo en la presentación del programa, ha hecho público su caso.
En 1999, cuando tenía 19 años, la Policía lo detuvo por haber mantenido una relación con un chico dos años más joven, que dio su nombre en un interrogatorio policial. «Yo estaba en plena búsqueda de identidad, me estaba construyendo y, de golpe, me vi tratado como un delincuente sexual, teniendo que detallar mis prácticas sexuales en la comisaría», ha recordado Woditschka, que fue condenado a una multa por «fornicación homosexual con un menor» tras la lectura detallada del acta en una audiencia pública.
Pese a que las condenas a menudo se suspendían, «normalmente seguíamos en detención provisional y entonces todo el mundo lo sabía», ha explicado Andreas Brunner, codirector del centro de archivos Qwien, «para muchos, fue una muerte social». Por eso, aunque desde el 1 de febrero puede solicitarse la anulación de aquellas sentencias, muchos de los condenados prefieren dejar pasar el asunto. «Fue muy humillante y sería como volver a revivirlo todo, no estoy preparado», alega uno de los afectados.
Austria despenalizó la homosexualidad en 1971, pero hasta inicios del año 2000 siguieron existiendo excepciones jurídicas discriminatorias. La edad de consentimiento sexual entre hombres fue de 18 años, en lugar de 14 para los heterosexuales, hasta 2002. Incluso después de la despenalización, se dictaron 26.500 sentencias hasta principios de la década de 2000, principalmente contra hombres.
En 2017, el Parlamento alemán votó a favor de anular las condenas de 50.000 homosexuales imputados por su orientación sexual en virtud de una ley que remontaba a la época nazi y que afectó también a la Austria anexionada, pero que siguió en vigor después de la guerra.
Austria despenalizó la homosexualidad en 1971, pero hasta inicios del año 2000 había excepciones jurídicas discriminatorias