Roban la corona de la Virgen del Puerto, una joya valorada en más de un millón de euros
La comunidad religiosa de Plasencia (Cáceres) sigue digiriendo el robo que tuvo lugar en la madrugada del sábado al domingo en el museo de la catedral. Entre los objetos sustraídos, el de mayor valor es el de la corona original de la Virgen del Puerto que se utilizó en la coronación de 1952. La diseñó Félix Granda con oro, platino y pedrería fina y hasta hace poco permanecía guardada en una caja de seguridad de un banco. Otros objetos robados son la corona del Niño y un par de cruces pectorales y anillos episcopales.
El alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, valoraba ayer el montante del robo en más de un millón de euros. «El robo ha supuesto un duro golpe para la ciudad, no sólo por el valor material que tienen las piezas –están valoradas en más de un millón de euros–, sino también por ese valor emocional que este tipo de elementos tienen y que forman parte de la devoción tradicional y popular», señalaba.
El primer edil de la ciudad subrayaba que las joyas de la Virgen del Puerto se hicieron «con la aportación de oro de las cadenas, los anillos y las medallas de muchos placentinos para que los Talleres Granda realizaran esa espectacular obra de arte que la Virgen suele portar en momentos muy, muy especiales». Pizarro se remontaba al 27 de abril 1952, cuando el nuncio de su santidad la colocó en la cabeza de la patrona con motivo de su coronación canónica. La última vez que la lució fue a finales de octubre, en la bajada especial que hizo la Virgen del Puerto por el 300 aniversario de la construcción de la ermita. La próxima ocasión debía ser el 7 de abril, en el día de la romería.
Investigación policial
Pizarro se mostró confiado en la labor de la brigada científica de la Policía Nacional: «Desde el inicio, los cuerpos y fuerzas de seguridad han estado haciendo las investigaciones que todavía continúan, siempre bajo mucha prudencia y el silencio propio para detectar quiénes fueron los ladrones y, sobre todo, volver a encontrar esa joya. No es solo una joya propia de un tesoro en un museo, sino que también, una joya de todos los placentinos y de toda la gente que tiene devoción a la Virgen del Puerto. Tenemos muchas esperanzas en que las pesquisas del Cuerpo Nacional de Policía tengan un final feliz».