Los embalses rozan ya el 30% y se aproximan a niveles de 2023
▸ La cuenca que abastece Málaga y Almería sigue en índices por debajo del año pasado
Las últimas lluvias acercan a Andalucía a la barrera simbólica del 30% de agua en los embalses en relación con su capacidad, un índice que no se ha rebasado desde finales de 2022. En estos momentos, las cuatro demarcaciones hidrográficas suman 3.520 hectómetros cúbicos, lo que representa un 29,42% de su capacidad. Hace un año estaban en el 29,81%, una diferencia de cincuenta hectómetros cúbicos que previsiblemente se recuperará en los próximos días. De hecho, las lluvias de este fin de semana, sin que se hayan contabilizado aún todas las escorrentías han sumado 37 hectómetros cúbicos en los embalses.
Pero tras estos datos hay dos velocidades claras en la sequía y en las reservas de agua dentro del territorio andaluz. Por un lado, toda la demarcación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, de la que dependen cuatro millones de habitantes principalmente en las provincias de Sevilla, Córdoba, Jaén y Granada. En este caso, las reservas se encuentran en sus mejores niveles de los últimos meses y muy encima del mismo periodo del año pasado. Los embalses de la Cuenca del Guadalquivir suman 2.449,7 hectómetros cúbicos, un 30,49% de su capacidad lo que supone cinco puntos por encima del mismo mes del año pasado. En este último año, toda esta demarcación, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, ha sumado 380 hectómetros cúbicos de agua respecto al mismo periodo de 2023. Esto permite la provincia de Sevilla cuente con 22 hectómetros más de agua, Jaén con 118 hectómetros cúbicos más; Granada con 10 hectómetros cúbicos más de agua y, por último, Córdoba disponga de 195 hectómetros cúbicos más de agua. Estos datos permiten a la Confederación Hidrográfica garantizar el agua para casi dos años sin tener que activar el sistema de potabilización de agua del río que está programado para una situación de emergencia.
Sin embargo, el resto de cuencas intracomunitarias, que dependen de la comunidad autónoma, siguen muy por debajo de los niveles de 2023 y, por tanto, en una delicada situación. La Junta siempre ha situado como su mayor preocupación los embalses de la provincia de Málaga y Almería, y los datos lo avalan. La Cuenca Mediterránea Andaluza, de la que depende toda la Costa del Sol, tiene un volumen de recursos hídricos que apenas representa el 22,82% de su capacidad. Respecto al año pasado el volumen sigue casi a la mitad (259 hectómetros cúbicos frente a 445 hectómetros cúbicos). En este caso, no obstante, hay que incorporar el efecto de la desaladora de Marbella recientemente ampliada tras una inversión de la Junta de Andalucía y que tiene la capacidad de generar hasta 20 hectómetros cúbicos al año así como toda la red de desaladoras del levante almeriense.
La demarcación hidrográfica de Guadalete-Barbate también se mantiene por debajo del pasado año por estas mismas fechas. Concretamente, 133 hectómetros cúbicos menos. En estos momentos, está a un 21,41% de su capacidad total que asciende a 1.651 hectómetros cúbicos en total. Por último, la cuenca que abastece la provincia de Huelva dentro de la Demarcación Hidrográfica del Tinto, Odiel, Piedras y Chanza con una capacidad total de 1.138 hectómetros cúbicos. En estos momentos se encuentra al 42% de su capacidad, pero sigue 60 hectómetros cúbicos por debajo de los índices del pasado año en estas mismas fechas.
Esta desigualdad entre territorios conlleva que en algunas zonas de Andalucía se mantiene una situación de alerta extrema ante el próximo verano y la evolución de este 2023 mientras que en la parte que depende de la cuenca del Guadalquivir las principales ciudades, como Córdoba o Sevilla, ya hayan descartado medidas restrictivas en los próximos meses.