Puigdemont aísla a ERC armando la ‘lista del presidente’ con partidos minoritarios radicales
▸ Defiende que el secesionismo vuelva «a la estrategia ganadora del 1-O»
Con la mirada corta de establecer una estratagema envolvente a ERC para aislarla, o que aparente que Junts propondrá el 12 de mayo una «lista del presidente», más que de partido, que restituya su figura al frente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont firmó ayer en Perpiñán (Francia) un acuerdo electoral con los representantes de siete formaciones minoritarias para acudir juntos a las elecciones catalanas del 12 de mayo. Con pomposidad, al pacto lo han llamado Acuerdo del Vernet.
«Es el resultado de la suma para construir un proyecto que gobierne y lidere sin límites ni complejos, sin salir rendido de casa», señaló el todavía eurodiputado durante su breve intervención tras la firma del acuerdo, que centró sobre todo en el aspecto económico, criticando, además de a ERC, a los candidatos del PSC, Salvador Illa, y el PP, Alejandro Fernández, a los que citó, por asegurar que «sobrealimentan la economía de Madrid» en lugar de defender los intereses de Cataluña al depender de partidos nacionales.
La idea del fugado de la Justicia española es presentar una lista el 12M que trascienda a los partidos y que, aunque sea de forma disimulada, estos le rindan pleitesía por los casi siete años que lleva fuera del país. Lo avanzó en Elna (Francia) la semana pasada: restitución de la Presidencia de la Generalitat presentando una lista electoral que irá «más allá» de Junts, porque las «opciones de victoria» pasan, desde su punto de vista, por ser «fieles» a entender que Junts es una herramienta y no una finalidad.
En Perpiñán escenificó este planteamiento que fue rechazado por los de Oriol Junqueras minutos después de que anunciara su candidatura a las elecciones del 12M. La CUP, otro destinatario de su mensaje, ni se lo plantea. Así, acompañado de los representantes de Joventut Republicana de Lleida, Alternativa Verda, Reagrupament, Acció per la República, Moviment d’Esquerres, Demòcrates y Estat Català, Puigdemont puso la primera piedra de su proyecto que contará, evidentemente, con toda la estructura organizativa, política y electoral de Junts.
La firma del acuerdo fue acompañada de un manifiesto en el que se apunta que «las organizaciones firmantes nos comprometemos a acompañar al presidente Carles Puigdemont en su camino hacia la restitución completa» y se defiende que el pacto suscrito «nace de la necesidad de construir un frente de país tan amplio como sea posible, para recuperar la iniciativa política y situar Cataluña en una posición óptima para culminar los retos que nuestro país inició el 1 de octubre de 2017». Por lo tanto, «el movimiento independentista ha de volver a la estrategia ganadora del Primero de Octubre».
Sin la marca de Junts
La puesta en escena no es baladí y, como hiciera en Elna, las siglas de Junts no aparecieron ayer por ningún sitio. De hecho, lo más probable, a 46 días de las elecciones, es que la papeleta que figure en las mesas electorales combinen el nombre del partido que lidera Puigdemont sin cargo orgánico con el de una plataforma o lista que haga de paraguas.
No está descartado que, incluso, aparezca la cara de Puigdemont, como ya ocurriera con otros políticos a la hora de enfrentarse a las urnas: Pablo Iglesias, Yolanda Díaz, Ada Colau y Xavier Trias, por ejemplo.
En cualquier caso, por más apariencia que se pretenda, la composición final de las listas será la misma que firmaría solo Junts con un goteo de ‘paracaidistas’. A la espera de ver si alguno de estos consigue un efecto de atracción que pueda incomodar a ERC, los números uno por Tarragona, Lérida y Gerona de la ‘lista del presidente’ serán Mònica Sales, Jeannine Abella y Salvador Vergés, todos de Junts y confirmados a las pocas horas de la conferencia de Elna.