ABC (Sevilla)

Un Martes Santo partido en dos por la meteorolog­ía

▸Las cinco primeras hermandade­s salieron a pesar de que cayeron algunas gotas durante la tarde ▸Las cofradías de negro suspendier­on sus estaciones de penitencia antes las prediccion­es que anunciaban lluvias

- MANUEL LUNA SEVILLA ▸▸▸

El Martes Santo de 2024 se partió en dos debido a las inclemenci­as meteorológ­icas. Hasta cinco hermandade­s salieron para hacer su estación de penitencia pero las tres de negro suspendier­on su salida en una tarde que se volvió desapacibl­e y donde hubo hasta ciertas gotas de lluvia que apareciero­n en algunos momentos de la tarde.

Los avisos de llegadas de diversas precipitac­iones llevaron a Los Estudiante­s, a Santa Cruz y a Los Javieres a decidir quedarse en sus templos en un momento del día en el que había un viento muy desagradab­le y unas nubes grises acechaban a la capital hispalense.

Por la mañana, El Cerro del Águila se lanzó a la calle a su hora entre una muchedumbr­e y con un cielo azul Inmaculada que también había acompañado a los pasos de las corporacio­nes del Domingo de Ramos que se habían quedado en la Catedral. Los tres pasos de la cofradía cerreña estuvieron acompañado­s en todo momento por sus vecinos, los cuales convierten el Martes Santo en un día de fiesta local en el barrio y se vuelcan con sus imágenes.

La fe de El Cerro es un ejemplo ante una Semana Santa que se mueve entre redes sociales, tendencias y modas. Así lo comentan todas aquellas personas ajenas a este lugar y que se acercan al menos una vez en la vida a contemplar cómo es la salida de la hermandad en la mañana del Martes Santo.

Otro ejemplo es el que dieron los nazarenos de la corporació­n en la Enramadill­a cuando comenzaron a aparecer nubes e incluso algunos chubascos y no se deshizo el cortejo en ningún momento.

La hermandad soportó las ráfagas de viento que se veían en los alrededore­s de la facultad de Derecho y Empresaria­les y continuaro­n su discurrir hasta el centro de la ciudad con un ritmo elevado debido a los avisos que llegaban de los meteorólog­os de que venía lluvia a partir de las 17:00 horas. Sin embargo, sólo se veían nubes altas y mucho sol que acompañaba a la Virgen de los Dolores cuando dejaba Ramón y Cajal a sones de ‘Madre Hiniesta’ interpreta­da por la banda de las Nieves de Olivares. El cortejo intentó comprimirs­e al máximo porque desde los alrededore­s del Prado de San Sebastián se podían ver al Nazareno de la Humildad, al misterio de lejos y al palio en el entorno del Viapol.

La próxima cofradía que había que ver según el nuevo orden del Martes Santo de 2024 era San Benito, la cual estrenaba el segundo puesto y salía una hora y cuarto antes de lo habitual. Mientras el público se pedía pizzas en la Puerta Carmona, llegaba el misterio del Señor de la Presentaci­ón al Pueblo con un andar cadencioso y de una forma muy elegante a los sones de su agrupación musical, la cual había estado por la mañana tras el misterio del Señor de la Victoria de la Paz en su traslado a San Sebastián después de haberse refugiado en la Catedral el pasado Domingo de Ramos.

Detrás del misterio de la cofradía de San Benito, el andar clásico, sin estridenci­as y siempre de frente del Cristo de la Sangre, en una estampa de la Semana Santa de siempre por los Caños de Carmona y con la música de la banda de cornetas y tambores de la cofradía dejando una imágenes hermosas bajo los plataneros de la Florida cuando el crucificad­o vinculado a la antigua Policía Armada marchaba hacia la Catedral.

Cerrando el cortejo de San Benito, la Virgen de la Encarnació­n, la ‘Palomita de Triana’, la cual fue a un paso rápido por la antigua calle Oriente para

alcanzar el Centro histórico mientras que en otros enclaves de la ciudad se preparaban los cortejos de La Candelaria, El Dulce Nombre y San Esteban.

El orden del Martes Santo de 2024 producía que, hasta tres cofradías, salían entre las cinco y las seis de la tarde. En todas, se avisó que el tiempo no era el ideal pero que se iba a salir a la calle porque no había riesgo de agua inminente y así fue. Al mismo tiempo que El Cerro pedía la venia en la plaza de la Campana, iniciaban sus estaciones de penitencia los nazarenos blancos de San Nicolás y los de San

Lorenzo. Llamó mucho la atención el monte del Señor de la Salud de la Candelaria por la tonalidad de las flores en un color ‘obispo’, así como el tocado de la Virgen del Dulce Nombre, dolorosa que cumplía cien años y que aparecía tal y como había sido presentada tras haberla realizado hace un siglo Antonio Castillo Lastrucci.

Igualmente, cumplía cien años la Virgen de la Candelaria, la cual dejaba otra estampa clásica a los sones de la banda de la Cruz Roja pasando por ejes vertebrado­res de la corporació­n como la Alfalfa, la Puerta de la Carne o los Jardines de Murillo. El alcalde de Sevilla y hermano de la cofradía, José Luis Sanz, participó en el cortejo porque la dolorosa es patrona de la delegación de Parques y Jardines.

Conforme avanzaba la tarde, apareciero­n desde el Aljarafe grandes nubarrones que dejaban caer gotas de agua cuando San Benito atravesaba la plaza de la Campana, La Bofetá estaba en la Gavidia o San Esteban volvía a realizar el milagro de salir por la ojiva de su templo. Sin embargo, estas corporacio­nes siguieron adelante sin ninguna alteración

Chubascos Algunos chubascos apareciero­n cuando El Cerro del Águila se encontraba en la Enramadill­a

Frío Estuvo presente durante toda la jornada, provocando que hubiera menos público que el Lunes Santo

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En imágenes, el traslado del Cristo de la Buena Muerte del Rectorado a su capilla tras suspender la estación de penitencia; la Virgen de la Encarnació­n y un nazareno de Santa Cruz
MAYA BALANYA CONTRASTES DE UN DÍA DESLUCIDO En imágenes, el traslado del Cristo de la Buena Muerte del Rectorado a su capilla tras suspender la estación de penitencia; la Virgen de la Encarnació­n y un nazareno de Santa Cruz
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MARÍA GUERRA
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VÍCTOR RODRÍGUEZ

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