Los socialistas abren la puerta a ERC para gobernar juntos en Barcelona
▸Collboni (PSC) fracasa en la cuestión de confianza para aprobar el presupuesto municipal que le tumbó Ada Colau ▸La entrada de los secesionistas en el Ejecutivo local no sería antes del 2 de mayo, a diez días de las elecciones
No hubo sorpresas y Jaume Collboni perdió la cuestión de confianza que planteó la semana pasada tras naufragar en la votación presupuestaria del consistorio para 2024. El líder socialista en Barcelona solo consiguió el respaldo de ERC, perdiendo por el camino desde la investidura el apoyo de los comunes de Ada Colau y el del PP de Daniel Sirera. Todos los grupos de la oposición reprocharon al alcalde que pretenda gobernar la ciudad en una clara minoría: diez de los 41 ediles o 15 si se suman los cinco de ERC que siguen en consonancia.
Si antes del 2 de mayo no hay una alternativa al actual alcalde que alcance, al menos, 21 votos –la mayoría absoluta– en el pleno municipal, se aprobarán automáticamente las cuentas, presentadas la semana pasada y tumbadas por la mayoría de los concejales, y Collboni, que lleva solo nueve meses en el cargo, salvará la silla de la plaza San Jaime.
Sin embargo, la jornada en el salón de plenos Carles Pi i Sunyer –hasta 2016, Reina Regente– dejó como novedad el anuncio de Collboni de que, tras la previsible aprobación de las cuentas el 2 de mayo, se pondrá a trabajar para «ampliar» el equipo de gobierno local. Como ayer contó con el apoyo de ERC, todo apunta a que serán los independentistas de Oriol Junqueras los que entren en el consistorio de la mano del PSC.
Está por ver si el acuerdo de gobierno se escenifica antes del 12 de mayo, fecha en la que los catalanes están llamados a las urnas para escoger a los 135 diputados autonómicos. Y la influencia que esta decisión pueda tener en la convocatoria de Pere Aragonès. Quizás, los socialistas y los de ERC, que en Barcelona están liderados por Elisenda Alamany, esperen a pasar la prueba del 12-M para desvelar todas sus cartas.
Además, en una tesitura similar se encuentran los comunes de Colau, que ya han manifestado públicamente su intención y sus ganas de compartir gobierno con PSC y ERC. Los comunes han sido determinantes, tanto en la convocatoria electoral de Aragonès como en la cuestión de confianza de Collboni, pues el PSC y ERC contaba con poder superar los dos presupuestos con el visto bueno de los socios de Yolanda Díaz en Cataluña, pero finalmente bloquearon las dos tramitaciones. Una decisión que generó preocupación en Díaz y malestar en Ferraz.
«Fracaso del alcalde»
La de ayer es la cuarta vez que un alcalde de Barcelona pasa por una cuestión de confianza para aprobar los presupuestos anuales de la capital catalana. Xavier Trias (2014) y Colau (2017 y 2018) ya superaron las cuentas mediante este sistema recogido en la ley y que impide un bloqueo y parálisis total en los consistorios.
En esta ocasión, como en las anteriores, todo hace pensar que Collboni superará el trámite, ya que es poco probable que se pueda articular una mayoría alternativa (21 concejales,) con un consistorio tan fragmentado, con vetos cruzados, casi personales, y en el que los socialistas cuentan con el apoyo de ERC. Junts, que ganó las elecciones municipales del año pasado, tiene 11 ediles en el pleno; el PSC cuenta con diez; Barcelona en Comú, con nueve; ERC, cinco; el PP, cuatro; y Vox, dos.
Durante el debate en el pleno de ayer, Trias recordó que, aunque había precedentes de una cuestión de confianza, es la primera vez que el alcalde tiene que someterse a este procedimiento en su primer año de mandato. «Es el primer alcalde que presenta una cuestión de confianza sin haber ganado las elecciones y es la
Sólo ERC apoyó ayer al alcalde socialista, que actualmente gestiona la ciudad únicamente con 10 de los 41 ediles
Todo apunta a que, tras el 12 de mayo, los secesionistas y los comunes formen un tripartito con el PSC en la capital catalana
vez que se presenta una cuestión de confianza en el primer año de mandato, es una situación nueva que pone en evidencia el aislamiento que tiene y cómo fue investido», reprochó el líder local de Junts al alcalde, recordando que «fue investido de una manera que ahora está pagando, porque fue una investidura extraña».
El exalcalde recordó, así, que la investidura de Collboni fue gracias al apoyo de los comunes y del PP, que ahora le han quitado el respaldo para la aprobación de las cuentas. «Estamos aquí por el fracaso del alcalde», añadió Trias, que ganó el último pulso electoral a Collboni y Colau y que hasta el último minuto antes del pleno de investidura se veía con el bastón de mando.
La soledad de Collboni también fue una referencia constante en las intervenciones de Colau y Sirera, que no dudaron en exponer que el líder socialista no hubiera sido el primer edil de la ciudad sin su beneplácito. Una coincidencia con el planteamiento de Trias. La exalcaldesa retó a Collboni a que interviniera en la sesión para defender los presupuestos, decisión que el PSC dejó en manos de Laia Bonet. Pero el alcalde acabó hablando.
El líder de los populares, por su parte, señaló que, en su opinión, «Barcelona no se merece este alcalde y unos políticos que solo pretenden mantener su silla», en referencia a los socialistas y los comunes, que han estado discutiendo –sin éxito– la posibilidad de que los de Colau se integren en el Gobierno municipal. La excusa es el gasto social, pero en las filas socialistas hay desconfianza con Colau. «Han estado más preocupados del ‘qué hay de lo mío’ que de los problemas de la ciudad», añadió el popular Sirera.
En una línea similar se manifestó Gonzalo de Oro (Vox), quien además desgranó una serie de aspectos concretos de la política de los socialistas que difiere de lo que proponen los de Santiago Abascal en Barcelona.
Más allá de los reproches cruzados, Bonet defendió el proyecto de las cuentas para la ciudad. Son unos 3.800 millones de euros que, salvo sorpre