La Junta idea un protocolo para que los restos arqueológicos no paren la obra
▸ Además contará con un coordinador para asegurar los plazos de cada tramo
La experiencia de la línea 1 del metro de Sevilla ha servido para anticiparse a los numerosos escollos que puede encontrar un proyecto de más de 1.300 millones de euros. El equipo de la consejera de Fomento, Rocío Díaz, tiene muy en cuenta aquellos errores que obligaron a reprogramar la obra, que conllevaron excesivos sobrecostes y retrasos para no repetirlos. Y una de las primeras decisiones que ha tomado, ahora que la infraestructura empieza a acelerarse tanto en el trámite como en la ejecución, es la creación de un protocolo de coordinación con Patrimonio y el Ayuntamiento para saber cómo actuar si aparecen restos arqueológicos.
«Actualmente lo estamos desarrollando para disponer de todos los medios posibles de arqueología llegado el momento. Pero no solo de forma preventiva, también proactiva. La intención es que nos vayamos anticipando a las posibles cosas que puedan aparecer, de tal forma que si termina sucediendo, si encontramos un yacimiento, que ya esté muy claro el procedimiento y muy tasado para que el impacto en los plazos de la obra sean los menos posibles», indican a ABC fuentes de Fomento.
Eso significa que llegado el momento, venga directamente el arqueólogo, haga el informe y disponga las medidas que hay que adoptar. Las fuentes consultadas aclaran que «es muy probable que aparezcan restos, pero habrá que verlo como oportunidad y ponerlos en valor». Por eso plantean este protocolo como si se tratase de «un
equipo de e emergencias que está disponible cuando se necesite».
Otro de los errores a depurar es la falta de coordinación en los distintos tajos de la obra. Para ello se ha creado la figura del supervisor, que ejercerá como interlocutor entre las distintas constructoras para unificar criterios e informar de todas las incidencias que ocurran. Su labor será también la evaluación de posibles riesgos como los estructurales, las afecciones a los edificios, etcétera.
Junto a ello se evitarán, igualmente, los inconvenientes de usar una tuneladora, que se ha descartado para este proyecto. Se hizo ya en el estudio téc
nico previo a la redacción del diseño original de 2011. Como en esta ocasión no era necesario salvar un obstáculo como el río, se desechó. Con ello se evitará tanto el elevado coste de la máquina como el pesado mantenimiento de la misma.
Entre los errores a evitar que se ha logrado en esta segunda línea de la red está el propio convenio de financiación que también es a dos bandas con el Gobierno central. Sin embargo, esta vez no se ha permitido la participación estatal mediante un crédito a largo plazo como en la línea 1. Eso hizo que toda la carga la soportara la Junta de Andalucía. Esta vez será más compartida con el uso de fondos europeos y de recursos propios aportados por ambas admnistraciones.
Y finalmente, respecto al diseño de la línea, se ha configurado con dos cocheras y dos talleres en cada extremo, por lo que cada tramo funciona de forma independiente.
Habrá una coordinación permanente entre Fomento y Cultura para actuar de la forma más rápida posible