Ramos monta su fiesta de cumpleaños
▸El camero se regala el gol del triunfo y el MVP, con permiso del ‘muro’ Nyland, para mantener el colchón sobre el descenso
Quique fue profeta en la tierra de la que vino y el Sevilla FC espabiló a tiempo para enchufarse una buena bombona de oxígeno en el Coliseum. La victoria sobre el Getafe (0-1) más que aire da la vida y permite a los de Nervión mantener su colchón de seis puntos sobre la zona de descenso después de la presión tremenda que metía el Cádiz el Viernes Santo con su triunfo ante el Granada (1-0). Sergio Ramos, que marcó el gol el día de su 38 cumpleaños y se llevó el MVP, además de un inconmensurable Orjan Nyland, amarraron el botín. Cobra buena vendetta también el entrenador en el escenario donde lo despidieron hace un año. Con el Sevilla FC este curso ha goleado en el feudo azulón en la Copa (1-3) y vencido de nuevo en LaLiga. ‘Bofetadita’ igualmente para el teórico y sempiterno futurible en Nervión José Bordalás.
Y patético, desde luego, resultó lo ocurrido a media hora del final, con origen en la grada... insultos racistas hacia el sevillista Marcos Acuña: «Mono, mono», se escuchó en un sector del Coliseum. Absolutamente lamentable. El árbitro Iglesias Villanueva tuvo que parar por unos minutos el choque y activó rápidamente el protocolo de LaLiga contra el racismo, obligando al conjunto local a radiar a través de su megafonía los preceptivos mensajes de repulsa. Hasta el jugador del Getafe Djené mostró su indignación. Qué vergüenza.
Polémica aparte, los tres puntos son de oro. Y cortan de paso el pequeño bache en el que se habían metido los sevillistas tras conceder un empate en el descuento en casa del colista Almería y perder de manera muy fea en Nervión con el Celta. Quique retoma la dinámica que esbozó esperanza en febrero. Ahora viene el enésimo e intempestivo parón, hasta el domingo de Feria que tocará jugar en Las Palmas y reconfirmar la tranquilidad, prácticamente el único reto que le queda a este Sevilla, que no es poco, en las ocho jornadas que restan.
Sánchez Flores no alteró su habitual dibujo con cinco hombres atrás, con la novedad de Badé (despistado y sin ritmo) y la ubicación de Lucas Ocampos en el carril derecho en sustitución del sancionado Navas. El brazalete del palaciego fue para un Sergio Ramos que celebró su 38 cumpleaños por todo lo alto, con el mejor regalo posible: el gol con el que el Sevilla FC se adelantó en el marcador y ganó el partido, a su estilo, imponiéndose como un tren de mercancías para remachar un lanzamiento de esquina. Y es que los de rojo salieron al Coliseum con ganas de comerse el mundo y zanjar la contienda por la vía rápida. Muy intensos. Fruto de ello, el equipo de Quique encontró premio pronto en el marcador, por medio de ese córner a los 5 minutos de juego. Ilaix Moriba se comió la bola en su intento de despeje y Ramos se anticipó lo suficiente a Alderete para conectar su remate y elevar el 0-1 al electrónico del Coliseum.
Todo parecía color de rosas, pero llegaría igualmente el tramo en el que tocó sufrir… y de lo lindo, ya que Nyland se vio obligado a encadenar hasta tres
El árbitro Iglesias Villanueva tuvo que parar el choque y activar el protocolo de LaLiga contra el racismo por insultos a Marcos Acuña
paradas de muchísimo mérito para evitar el tanto de la igualada del Getafe. El noruego estuvo espectacular, primero en un lanzamiento de Yellu tras un mal despeje de Badé y posteriormente deteniendo el disparo a quemarropa de Maksimovic. El cancerbero firmaría una tercera ‘salvada’ de pañuelos, esta vez sacando el pie a disparo de Greenwood cuando todo el Coliseum cantaba ya el gol del inglés. Fantástico el meta del Sevilla FC.
Los de Quique supieron poner el cerrojo cuando les tocó, con la inestimable colaboración de su portero, y en la secuencia final de la primera parte aprovecharon de nuevo su momento para percutir. En esa fase clave, el tándem Acuña-Ramos casi sentencia el partido. Excepcional el argentino poniendo balones. David Soria evitó el segundo de Ramos y luego fue el VAR el que privó de otro gol al camero, hiperactivo ayer. Entre medias, un remate al palo de Isaac. Con más luces que sombras y la mínima ventaja en el marcador, se marchaba el Sevilla FC al descanso. Poco tenía que corregir Quique. Su equipo controlaba sin excesivos apuros la situación (con permiso del ‘muro’ Nyland) y sólo quizá las dudas de Badé en la retaguardia interferían en el objetivo.
El bloque del Sevilla FC retrocedió metros descaradamente en la reanudación. Apostó por nadar y guardar la ropa del solitario gol de Ramos durante todo el segundo acto. Decisión conservadora que a veces se tuerce, pero que al Sevilla FC le salió ayer redonda para darle al Getafe de Bordalás de su propia medicina. Alderete la tuvo al poco de arrancar la segunda parte y Greenwood incordió todo lo que pudo y más con su fútbol eléctrico. Aguantó con poderío un ordenado Sevilla FC. Incluso su portero noruego apareció otra vez para negarle el gol a Mata en el mano a mano. Gigante Nyland. Los últimos minutos dejaron con el corazón en un puño a los sevillistas en varias acciones, como el susto de Ramos, que se jugó el penalti sobre Mata y se salvó únicamente porque el delantero azulón había agarrado la pelota en claro fuera de juego… Por supuesto, en el descuento del choque llegaría la enésima parada salvadora de Nyland, en esta ocasión a Luis Milla. Menos mal. Fue el último de los sobresaltos. Respira el Sevilla FC. Victoria de aire fresco con aroma de salvación..