El Betis compensará a los vecinos con equipamientos en el distrito
▸El club se queda en exclusiva con la explanada anexa al estadio a cambio de pequeños edificios públicos en barrios ▸Negocia con el Ayuntamiento el uso de parcelas como la de la Feria para bolsas de parking con lanzaderas gratuitas
El Betis busca que las obras de ampliación del Benito Villamarín no generen más inconvenientes de movilidad y seguridad en la zona de los que ya se repiten cuando se disputan sus partidos. El club quiere que el proyecto alcance el máximo consenso posible y lleva varias semanas manteniendo reuniones con entidades vecinales para conocer sus aportaciones y tratar de incorporarlas. El gran caballo de batalla está en los usos que tendrá la explanada anexa a Preferencia, donde se prevé construir un edificio polivalente que acogerá un hotel, un gimnasio y varios locales destinados al deporte y la salud. Un espacio en el que según el convenio firmado hace más de dos décadas con el Ayuntamiento habría que incorporar una dotación de equipamientos públicos de unos 3.000 metros cuadrados de edificabilidad que ahora podría cambiar de ubicación.
El acuerdo rubricado en su día obligaba al club a resarcir a la ciudad con esta inversión, compensando la privatización del suelo de la parcela entre el estadio y la calle Doctor Flemming. Sin embargo, en los encuentros con los vecinos se ha puesto sobre la mesa una alternativa que a priori convence a todas las partes y que se negocia con el gobierno municipal. A propuesta de la asociación de Las Razas, el Betis tantea la opción de convertir este gran equipamiento junto al Villamarín en pequeños edificios públicos, de unos 300 metros cuadrados, que se ubiquen en los barrios del distrito que tienen más carencias de estos espacios. Por un lado, tendría la ventaja de no sobrecargar con más oferta los alrededores del estadio y, por otro, se saldaría el déficit de infraestructuras que sufren desde hace años por la falta de inversión.
Lo que podría parecer una ventaja tiene letra pequeña. Con este cambio, los vecinos serían los grandes beneficiados y el club, al que le encaja la idea, ganaría para su proyecto el uso de toda la explanada. Queda en el aire, tal como manifestaron ayer los responsables de la directiva en el desayuno informativo que ofrecieron, cómo se arbitraría la parcelación de este equipamiento y otros detalles como la fórmula legal para ejecutarlo o el coste total de la operación. «Tampoco queremos gastar más de lo previsto», explicó ayer Federico Martínez Feria, el director general. En el Betis tienen claro que la operación debe hacerse de la mano del Ayuntamiento, que es quién debe detectar las carencias, elegir los suelos y consensuar con los vecinos los usos definitivos que se le darían.
Atascos y aparcamientos
En el club quieren evitar que la presión vecinal sea una rémora para el desarrollo del proyecto y ofrecen también la cesión de 2.500 metros cuadrados más que saldrían de la supresión del vallado que ahora circunda el perímetro del estadio, creando una plaza en el exterior de la grada que da a la avenida de la Palmera. Pero no es ésta su única preocupación, pues todo lo relacionado con la movilidad ha sido otro de los elementos debatido con los afectados. El Betis es consciente de los problemas de aparcamiento y los atascos que se generan en la zona y quiere acabar con ellos. De la mano del Ayuntamiento ya han puesto en marcha más líneas de Tussam pero ahora buscan parcelas sin uso en la ciudad en la que crear bolsas de parking para los abonados, que serían trasladados al estadio en lanzaderas gratuitas.
«Tenemos datos de que casi el 50% de los aficionados vienen a los partidos desde fuera de la capital o de provincias limítrofes», explican en el club. Con este proyecto, aspiran a que los vehículos no tengan la tentación de acceder hasta el mismo entorno del Villamarín y que utilicen estos aparcamientos disuasorios para reducir el volumen de tráfico. Una de las primeras vías en las que están trabajando es la
de la explanada del real de la Feria de Abril, siempre que no afecte al montaje de las casetas. Aún así, defienden que la obra del estadio no tiene por qué generar un mayor flujo de asistentes a los partidos, pues el aforo actual se mantendrá, pero entienden que dejarán más huecos libres en las calles de los alrededores para que los vecinos puedan estacionar sus coches sin tantos inconvenientes.
En esta misma línea, el proyecto prevé la construcción de un aparcamiento subterráneo de dos plantas bajo el edificio polivalente de la explanada, pero en el club dejan claro que no será para residentes. La infraestructura, que será gestionada por un operador privado, tendrá capacidad para 400 plazas, que se sumarán a las otras 400 que ya tiene el Betis en el subsuelo del actual estadio. La intención es que estos
El club construirá un aparcamiento de dos plantas bajo el edificio de la explanada que no será para los residentes
Los únicos locales de restauración se instalarán en el interior del estadio, con el objetivo de que habrán los 365 días del año