La Junta admite llenar piscinas comunitarias pero no las particulares
▸La decisión final corresponde a los ayuntamientos y dependerá de si llueve en los meses de abril y mayo ▸El presidente andaluz reconoce que es «difícil» que en Málaga, Almería y Granada se elimine esta restricción
Amenos que se cumpla el refranero popular con aquello de «en abril, aguas mil», o que, en su defecto, mayo traiga lluvias copiosas, muchos particulares tendrán que renunciar a refrescarse este verano en su piscina si para ello tienen que rellenarla. La Junta de Andalucía prevé que se relajen las restricciones impuestas al consumo de agua por el grave episodio de sequía que padece la comunidad autónoma, pero no hasta el extremo de facilitar el llenado de la instalaciones privadas en el sur de Granada, el levante de Almería y la provincia de Málaga, el principal destino turístico de sol y playa en Andalucía. Las lluvias de la pasada Semana Santa, más abundantes en la mitad occidental de la región, han permitido flexibilizar algunas de las drásticas medidas previstas en las citadas zonas. En concreto, es «previsible» que «se permita el llenado de piscinas comunitarias», según aseguró ayer el presidente andaluz Juanma Moreno, durante un encuentro informativo organizado por la Cadena Ser y El país en la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla. En cualquier caso, la potestad para establecer las restricciones sobre el consumo de agua es de los ayuntamientos, que gestionan las redes de abastecimiento de agua, recordó.
Con anterioridad a las precipitaciones del pasado mes de marzo, la Comisión para la Gestión de la Sequía de las demarcaciones hidrográficas de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas y la de Guadalete-Barbate había limitado a los hoteles y ayuntamientos el llenado de sus piscinas este verano, prohibiéndolo en los bloques de viviendas y casas particulares. Buscaba así salvaguardar el turismo de la Costa del Sol, la Costa Tropical y el levante almeriense, que respira aliviado por la relajación de las restricciones.
En la misma línea se pronunció ayer el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, quien destacó el «alivio muy importante» que han supuesto las últimas lluvias no debe llevar a la «relajación». El problema de la sequía no está resuelto, y en esa línea ha cuestionado que la «flexibilización» de restricciones que se están acordando pueda aplicarse al llenado de piscinas de uso privado. Las precipitaciones «han caído de manera dispar» en Andalucía, de forma que sigue habiendo «una parte» de la región, la provincia de Almería y el sur de Granada» donde «los embalses siguen en datos catastróficos».
«Veremos a ver si se traduce al final en una flexibilización en el uso de piscinas o no, pero en cualquier caso supone un alivio y eso siempre es una gran noticia que no nos puede llevar a la relajación», agregó Fernández Pacheco.
Hay dos Andalucías en lo que a sequía se refiere. Por un lado está la cuenca del Guadalquivir, que al 1 de abril pasado tenía 3.461 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que representa el 43,1% de su capacidad total. En la última semana de marzo sumó 1.040 hectómetros cúbicos, un 12,95% más, según el informe sobre la situación de la sequía en Andalucía del pasado 2 de abril. «En el caso de Málaga, el pantano de La Viñuela puede estar en el 25 ó 26 por ciento de su capacidad y en la provincia de Almería no llegamos al 8%», destacó Juanma Moreno, quien calificó las lluvias en Semana Santa como «milagrosas», si bien pidió refrenar el optimismo. Para garantizar las reservas hídricas sería conveniente que «en abril o mayo tu
Moreno adelantó que en 15 ó 20 días se normalizará el suministro en las comarcas cordobesas que llevan diez meses con restricciones
viésemos un episodio de lluvia que nos completara» las últimas precipitaciones y dieran «seguridad».
En cuanto a las comarcas cordobesas del Valle de los Pedroches y el Alto Guadiato, Moreno expresó su confianza en que «en 15 ó 20 días» el consumo humano de agua en el norte de Córdoba esté por fin garantizado y atender, de este modo, a esas más de 80.000 personas que llevan más de diez meses de restricciones.
Moreno precisó que el embalse de Sierra Boyera está ahora al 75% de su capacidad. Por eso, señaló, «estamos haciendo ya las analíticas de esos aportes de agua que han llegado al pantano, y estamos prácticamente en condiciones, junto con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, para que, una vez analizada ese agua y que reúna las condiciones óptimas para el consumo, el poder dar servicio a las personas afectadas».