Los fondos llegan con cuentagotas a los proyectos estrella de Sánchez
▸Tres años después del anuncio de los célebres Perte, la mayoría de los planes está todavía en fases muy iniciales ▸Un informe de la consultora LLyC cuestiona su complejidad y la falta de información sobre las convocatorias
Poco o nada se sabe de la convocatoria para optar a las ayudas de 800 millones de euros de fondos europeos que el Gobierno se comprometió a repartir el año pasado para el despliegue de infraestructuras de hidrógeno verde en territorio español, tampoco de los 500 millones de euros que la Comisión Europea autorizó hace ya un año y medio para desarrollar redes de banda ancha en zonas rurales, la industria está igualmente a la espera de lo que ocurrirá con los 250 millones de euros que se asignaron al programa para financiar la instalación de infraestructuras industriales eficientes y descarbonizadas y las comunidades autónomas están todavía esperando los 110 millones que el Gobierno comprometió para la modernización de pequeñas y medianas empresas del ámbito del transporte por carretera. Estos son solo un puñado de ejemplos que la consultora LLyC ha recopilado sobre grandes actuaciones de inversión enmarcadas en alguno de los doce proyectos estratégicos (Perte) definidos por el Gobierno, que se preveía ejecutar en 2023 y sobre los que a día de hoy no se sabe a ciencia cierta cuando se ejecutarán.
La lista ilustra las dificultades que está encontrando el Gobierno para poner a andar esa docena de proyectos estratégicos, que sobre el papel estaban llamados a concretar el mayor plan de transformación de la economía española en democracia que el relato gubernamental lleva vendiendo casi desde el mismo momento de la azarosa concepción de los Perte.
Lo que cuentan las cifras es que el Gobierno planea alimentar esa apuesta por la transformación económica con cerca de 24.500 millones de subvenciones de fondos europeos –la adenda ha asignado otros 16.686 millones de euros en préstamos–, entre los asignados en la primera fase del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y los canalizados desde la recién aprobada adenda; que hasta la fecha se ha autorizado la aplicación de 13.827 millones, según la información recopilada por LLyC; y que de manera efectiva solo se han asignado a sus destinatarios finales algo más de 5.000 millones, una quinta parte de la dotación total prevista y una tercera parte de la reservada en la primera fase del Plan de Recuperación.
Lagunas de ejecución
Esta última es la cifra clave y el monto sobre el que se debe analizar el despliegue de los Perte hasta la fecha porque aunque desde el Gobierno se suelen referir a los gastos comprometidos, como aclara la consultora «los fondos comprometidos no se pueden considerar como efectivamente gastados, ya que el pago del importe previsto en las convocatorias depende de que exista la suficiente concurrencia, de que los proyectos se ajusten a los requisitos establecidos en las convocatorias abiertas y de que se ejecuten correctamente». No parecen condicionantes menores.
El panorama que se aprecia al analizar los fondos efectivamente asignados a los destinatarios finales de los Perte muestra lagunas importantes. Con la honrosa excepción del Perte VEC o del vehículo eléctrico, cuya primera convocatoria empezó con un fiasco pero que se ha ido perfeccionando en las siguientes hasta presentar un porcentaje de ejecución del 65%, lo que
Hay Perte que todavía no han movilizado ni un solo euro de los millonarios recursos que les asignó el Gobierno
se observa es que la inmensa mayoría de los proyectos están en un grado de desarrollo muy inicial.
Proyectos que no empiezan
Dos proyectos estratégicos, el de la Economía Social y de los Cuidados y de la Descarbonización, que tienen reservados más de 3.200 millones de euros en el plan gubernamental, todavía no han asignado ni un solo euro a sus potenciales destinatarios; el de la lengua apenas ha movilizado 10 millones de los 324 millones que tiene asignados; y otros proyectos estratégicos profusamente publicitados como los Perte Chip, del agua, el aeroespacial o el naval presentan niveles de ejecución muy reducidos.
El informe de LLyC trata de aproximar las causas de esta situación. Por una parte, apela a la complejidad de las fórmulas de concurrencia competitiva elegidas para distribuir las ayudas asignadas a los Perte, que según la información recabada por la consultora ha llevado a un porcentaje de adjudicación de las subvenciones convocadas de apenas el 70%, diez puntos por debajo de las adjudicaciones ordinarias de ayudas de la Administración General del Estado.
Hasta la fecha las dificultades para despertar el interés de las empresas por las convocatorias de estos proyectos estratégicos han dejado sin asignar 2.175 millones de euros. Otro foco de incertidumbre viene de la falta de información sobre las convocatorias, que tiene despistados a los potenciales receptores de las ayudas.
La consultora ha identificado media docena de convocatorias que estaban previstas para el año pasado, que suponen una distribución de más de 2.000 millones de euros de fondos europeos y de las que todavía no se tiene fecha. También detalla que finalizado el primer trimestre solo se ha abierto una de las seis convocatorias previstas para el primer semestre, lo que hace que un 85% de los fondos que el Gobierno se comprometió a repartir hasta el próximo 30 de junio estén aún en el aire.