Escribano, tras su épica faena: «El toreo merece la pena por cosas así»
▸ Sufrió una cogida en el primer toro, y tras ser operado, volvió al ruedo para lidiar el último
Emocionado por el apoyo de los sevillano. Así se mostró ayer Manuel Escribano tras la épica que rodeó su presencia en la plaza de toros de la Maestranza. El de Gerena sufrió una cogida en la faena del primer toro, lo que obligó a que fuera operado en la enfermería. Logró reponerse y, vestido con unos vaqueros y una camisa blanca que le prestó el futbolista Chimy Ávila, salió al ruedo para lidiar el último toro de Victorino Martín, alzándose con dos orejas. «El toreo merece la pena por cosas así», dijo en declaraciones a OneToro TV.
Escribano destacó el trabajo de los médicos, «que me han recuperado y me han permitido salir». Con los dos trofeos en sus manos, el torero aseguró ser «el hombre más feliz del mundo» pues, después de lo vivido, «ya me puedo morir tranquilo». También insistió en que estas situaciones son «lo grande del toreo», por «reponerse ante cualquier circunstancia, tirando siempre hacia adelante, y ser mejor torero».
Borja Jiménez, que lidió el tercer y el quinto toro, además del que había cogido a Escribano, mostró su solidaridad con la situación del diestro de Gerena. De hecho, lo primero que hizo fue preguntar por su estado: «¿Sabemos algo de Manuel», dijo. En cuanto a su papel, explicó que «el toro ha tenido sus complicaciones y no era fácil», destacando que «por el lado izquierdo le he podido pegar muletazos que han llegado a la gente». Del segundo –el primero de su tanda, por el que logró una oreja–, señaló que «la faena ha alcanzando unos niveles de toreo que me han permitido estar a gusto», ya que «con el capote lo vi que por el lado izquierda tenía una condición muy buena».
El tercer diestro del cartel fue Andrés Roca Rey, que tuvo menos suerte con sus dos faenas. Tras la primera, reconoció que «no ha sido fácil» porque el toro «no transmitía mucho». Luego, tras lidiar al cuarto y recibir las críticas de la Maestranza, aseguró ser «consciente» de la exigencia del público, advirtiendo de que «mentiría si te dijera que no sabía que era una tarde dura desde el primer momento en el que tomé la decisión de anunciarme con este cartel y con esta ganadería». A pesar de que no tuvo suerte, insistió en que «esto me motiva mucho, me ayuda a ser mejor, y a demostrar dónde quiero llegar en el toreo».