El 73% de los votantes socialistas prefieren gobernar con el PNV
▸La mayoría rechaza que Andueza pacte con Bildu, opción que contempla solo uno de cada diez electores del PSE ▸Los nacionalistas aparecen en el 56% de las combinaciones de gobierno preferidas por los vascos
No hay mitin en el que Eneko Andueza no entone la cantinela. «Se lo puedo decir en el idioma que quieran. Si quieres, se lo podemos repetir juntos –insistía en Vitoria hace una semana en presencia de Pedro Sánchez–, pero no vamos a pactar con Bildu. No vamos a pactar con Bildu. No lo vamos a hacer». Una promesa que los socialistas también se hartaron de reiterar en Navarra y esta es la segunda legislatura de María Chivite al frente de la comunidad foral con el apoyo de los ‘abertzales’, que gobiernan en el Ayuntamiento de Pamplona con el visto bueno de los socialistas. Alianzas que el Partido Socialista de Euskadi (PSE) se empeña en negar para el País Vasco, como también lo hacen sus electores.
Así lo refleja la encuesta de GAD3 para ABC, en la que solo un 10% de los votantes socialistas cuestionados preferirían que el PSE apoyara a Bildu. Cifra que se dispara hasta el 73% cuando el posible socio de gobierno es el PNV de Imanol Pradales. Preferencias que marcan esa estrategia de campaña en la que los socialistas reivindican su papel de partido decisivo. El único que lo será, según repiten.
Para los vascos, esa alianza entre el PNV y el PSE es la preferida. Uno de cada cuatro encuestados se decanta por ella y casi el 17 por ciento lo hacen por un gobierno en solitario liderado por Pradales. Si se mira a la preferencia de los votantes nacionalistas, un porcentaje similar se inclina por cada una de estas opciones (37%). Es decir, a los que el próximo domingo voten por Pradales les daría igual gobernar en solitario que hacerlo con el PSE de Andueza. Eso sí, solo un 13% querrían pactar con Bildu. Aviso a navegantes.
Pero lo que más llama la atención es que, a pesar de que un buen número de ciudadanos han terminado la legislatura descontentos con la gestión de los nacionalistas, casi el 60% prefieren un gobierno del que forme parte el PNV, lo que denota cierto miedo al cambio. Por el contrario, solo un 33,8% de los encuestados optan por un ejecutivo autonómico que incluya a los radicales de EH Bildu.
De todas las opciones que sitúan al PNV en el Palacio de Ajuria Enea, la más remota es la que formaría un tripartito con el PSE y el PP, opción preferida sólo para el 4% de los vascos y que parece bastante improbable que se dé a partir del 22 de abril.
Las dos coaliciones preferidas por los ciudadanos de la comunidad incluyen a los nacionalistas, aunque solo un 12,8% verían con buenos ojos el pacto con los independentistas. No gusta la opción favorita de Arnaldo Otegi, quien ya ha lanzado el guante en varias ocasiones al PNV, que opta por mantener la cautela y explorar otras vías. Esta alianza, además, enfrenta a los vascos a partes idénticas. Un 44,5% estarían a favor y un 43,8% en contra. Mal asunto comenzar una legislatura con media comunidad de uñas.
Coalición preferida de Bildu
Los votantes de Bildu apoyan en primer lugar un gobierno en solitario liderado por Pello Otxandiano (34%), pero hasta un 28% de ellos optan por compartir el poder con el PNV. Su tercera opción, la única coalición totalmente de izquierdas –Bildu, PSE y Podemos–, está apoyada por un 21% de esos votantes radicales.
Tiene muchas piezas el puzle vasco, impredecible a una semana de las elecciones. Tantas, que resulta complicado adivinar cómo se conformará finalmente. Los votantes del PP, que quiere crecer para no ser una mera comparsa en el Parlamento de Vitoria, creen que, en ausencia de un gobierno con presencia popular, lo más sensato sería una coalición liderada por el PNV y apoyada por PSE y PP. Así lo prefieren el 31% de los electores que se decantan por Javier de Andrés, quienes no desean (2%) un gobierno de nacionalistas con el partido de Eneko Andueza.
Llama la atención que esta opción es la segunda preferida por los votan
Eneko Andueza, ayer en el espacio Tabakalera de San Sebastián tes de Vox (31%), solo por detrás de la que formaría el partido de Abascal y el PP (38%). Ciencia ficción.
En cuanto a Podemos, que en 2015 ganó las elecciones generales en el País Vasco, sus electores sueñan con lograr una representación suficiente para ser bisagra. Dos de cada tres (65%) apuntan a un pacto de izquierdas presidido por el bildutarra Otxandiano, en el que
Una alianza entre Bildu y PNV para gobernar divide a la sociedad vasca: un 44,5 por ciento está a favor y un 43,8 se posiciona en contra
también participe el socialista Andueza y la líder de la formación morada, Miren Gorrotxategi. Para mantenerse en este Parlamento autonómico y tener opciones de jugar un papel decisivo, Podemos ha resucitado a Pablo Iglesias como cebo electoral. El exvicepresidente ha protagonizado varios días de campaña, algo que no hizo en las pasadas elecciones gallegas, y ese apoyo espera que se traduzca en escaños.
La que no aparece en ninguna quiniela de esta encuesta elaborada por la demoscópica de Narciso Michavila es la candidata de Sumar, Alba García. La formación de Yolanda Díaz resulta indiferente para los vascos, que no la sitúan en ninguna de sus coaliciones de referencia. Mal síntoma para la vicepresidenta segunda, que ya se llevó un chasco al quedarse sin representación en Galicia.