Esperas interminables en el metro por la elevada demanda en la noche del pescaíto
▸ La muerte de una yegua por un infarto, el único incidente del domingo en el real
marcha en contra del reloj para recuperar la Feria. Al día siguiente, el real amaneció totalmente reconstruido, después de una noche de intenso trabajo para levantar de nuevo las casetas afectadas. El Gobierno y el Ayuntamiento facilitaron material para recomponer lo dañado y la iluminación. Así detallaba ABC en su crónica de Feria publicada el jueves 23, donde señalaba la presencia de personalidades en el real como la princesa María Gabriela de Saboya, la princesa D’Arenberg, los príncipes de Hohenlolien, de Ruspin y Orsini, y la duquesa de Pastrana.
Los primeros días de la Feria ya han dejado en evidencia las carencias de la movilidad para trasladarse al real. El metro de Sevilla, una de las opciones más demandadas por quienes prefieren ir a la Feria en transporte público, se vio desbordado en la noche del pescaíto, con largas esperas y colas interminables que provocaron la desesperación de los sevillanos que querían regresar a sus hogares.
A pesar de los refuerzos anunciados por parte de los responsables del suburbano, con un dispositivo especial que incluye hasta trenes dobles y un horario ininterrumpido, la demanda fue superior a lo que el servicio está capacitado a dar, provocando las quejas de los miles de usuarios que optaron por esta opción para llegar al real. No solamente hubo una gran espera fuera de las estaciones del metro sino que también se formó el caos cuando los carteles avisaban de que los trenes estaban tardando más de lo previsto.
Aunque desde la Junta de Andalucía avisaban de que «las frecuencias de paso de los trenes por estaciones consistirán en un intervalo de entre 7 y 8 minutos en las franjas horarias de mayor demanda», lo cierto es que los usuarios tuvieron que esperar hasta 16 minutos entre uno y otro. Una situación que también se repitió en el día de ayer y que parece que será la tónica durante el resto de la Feria.
Una de las estampas más llamativos de las horas previas al alumbrao fue la imagen de decenas de personas esperando en las estaciones para poder llegar al real de Los Remedios. La de Ciudad Expo, en Mairena del Aljarafe, fue una de las más afectadas de todas. También afecto a la de San Juan Bajo, donde los vecinos del Aljarafe aprovechan para aparcar el coche y bajar en tren a la fiesta.
La misma situación se vivió en las primeras horas de ayer domingo en
Aunque el Ayuntamiento hará hoy balance del fin de semana, no hay constancia de que se hayan producido incidentes reseñables
las estaciones del metro más cercanas a la Feria. Los sevillanos que habían acudido al pescaíto, y que regresaban casi de amanecida a su casa, soportaron largas colas para poder alcanzar su objetivo. De hecho, el comité de empresa de los trabajadores del metro de Sevilla mostró ayer en un comunicado sus quejas por las situaciones que habían vivido con motivo de este colapso del servicio.
La muerte de una yegua
Por ahora, la Feria de Abril de 2024 se está desarrollando sin que se hayan producido grandes incidentes reseñables, aunque no será hasta la mañana de hoy lunes cuando el Ayuntamiento de Sevilla haga balance del primer fin de semana de la fiesta, en una rueda de prensa que protagonizarán el delegado de Seguridad, Ignacio Flores, y del Fiestas Mayores, Manuel Alés. El único incidente del que se tiene constancia este domingo fue la muerte en torno al mediodía de ayer de una yegua en una de las calles del real.
Según la información facilitada por el gobierno municipal, el animal falleció a causa de un infarto. El equino se desplomó en pleno real del barrio de Los Remedios, en la esquina entre las calles Chicuelo y Juan Belmonte. Operarios del parque móvil del Consistorio procedieron al traslado del animal, ya sin vida. Fuentes del Ayuntamiento confirmaron a este periódico que la yegua se encontraba en buen estado de salud y que estaba acostumbrada a soportar circunstancias especiales. Sin embargo, hay que recordar que durante este fin de semana se alcanzaron altas temperaturas en la capital hispalense, con unas máximas que rozaron los 30 grados a la sombra y que, evidentemente, también afectaron a los animales.