El Cercanías fracasa por estar las estaciones lejos de los núcleos urbanos
▸ El Estado amplió en 2011 la línea C-5 a Benacazón, junto a la de la Cartuja, pero apenas tienen usuarios
La línea C-5 del Cercanías de Sevilla al Aljarafe es un auténtico fracaso por el bajo nivel de usuarios que tiene. El Ministerio de Obras Públicas llevó a cabo en 2011 la ampliación del servicio hasta Benacazón con la construcción de tres nuevas estaciones en Valencina de la Concepción-Santiponce, Salteras y Benacazón. Además, habilitó un nuevo apeadero en Camas y rehabilitó las estaciones de Villanueva del Ariscal-Olivares y la de Sanlúcar la Mayor. Sin embargo, 13 años después de aquella obra que da servicio a 77.000 personas y conecta nueve poblaciones con la capital hispalense, no funciona.
La razón es que las estaciones se encuentran muy lejos de los núcleos urbanos de estas localidades, lo que supone una incomodidad manifiesta para su uso como alternativa directa al vehículo privado e incluso para el autobús.
Esta misma situación es la que hizo fracasar estrepitosamente la línea C2, que conecta Santa Justa con la Cartuja a través de tres estaciones: San Jerónimo, el Estadio Olímpico y el apeadero que se levantó para la Expo 92. Hoy en día esta línea está suspendida salvo para momentos en los que hay grandes eventos en el estadio e incluso el citado apeadero está cerrado y abandonado.
Dentro de las medidas que la Junta de Andalucía tiene proyectadas para mejorar el tráfico entre el Aljarafe y Sevilla aparece una mención al Plan de Cercanías que redactó el Estado en 2006 y se llevó a cabo a medias. Aunque no es una infraestructura dependiente de la Consejería de Fomento, el análisis de su funcionamiento no deja de ser ejemplificador para comprender que no es una alternativa real que ayude a incentivar el uso del transporte público.
Sin embargo, cabe recordar que este Plan de Cercanías de Sevilla tenía contemplado ampliar la red en 43 kilómetros (un 22 por ciento), el número de líneas de 3 a 5 y la construcción de 17 estaciones. Se pondrían en servicio cuatro nuevos intercambiadores con la red de metro –que no se ha desarrollado– en San Bernardo, la Universidad Pablo de Olavide, la estación de Santa Justa y el Palacio de Congresos.
Lo paradigmático de todo ello es que, en lo que respecta al Aljarafe, sí se cumplió con la promesa pero se colocaron tan lejos los apeaderos que los ciudadanos apenas usan la línea. Mientras tanto, se ha demorado la construcción por parte del Estado de otras infraestructuras que son vitales para mejorar el tráfico en la zona, como la SE-40 y el paso fluvial de Coria a Dos Hermanas.
Es el mismo problema que padece la línea C-2 Santa Justa-Cartuja, que ya no funciona salvo grandes eventos en el estadio