La esperada respuesta iraní
Un ataque frustrado
ANÁLISIS
una mezcla de orgullo y miedo, según las imágenes difundidas por los medios locales.
Este paso dado por Alí Jamenei supone un aviso para su enemigo, que a partir de ahora sabe que un ataque di
Ninguno de los drones y misiles de crucero lanzados contra Israel lograron penetrar en su territorio, según informó Daniel Hagari, portavoz militar israelí. «Solo unos pocos» misiles balísticos llegaron. recto ha dejado de ser un tabú. Los iraníes no emplearon ningún arma desconocida en su operación y aseguraron que sus objetivos fueron bases militares, no ciudades. Este ataque permitió a la República Islámica comción de en torno al 90% según la empresa militar israelí Rafael, que participó en su diseño. probar las defensas con las que cuenta Israel y la importancia que tiene para su rival el papel de países aliados.
Espacios aéreos reabiertos
Tras una noche de tensión, por la mañana se reabrieron los espacios aéreos de Israel y el resto de países implicados. En Irán se alargó por un plazo de 24 horas la suspensión de todos los vuelos domésticos ante el temor a la represalia israelí. El encargado de hacer el balance militar de los hechos fue el general Mohamed Bagheri, jefe del Estado Mayor, y señaló que los dos objetivos de Irán fueron «una base de la inteligencia en el Monte Hermón y la base aérea de Nevatim en el Negev». En palabras de Bagheri, «tenemos mayor potencial del que se ha visto», e insistió en que apostaron por la precisión para no causar bajas entre los civiles.
Por unas horas Israel giró su brújula al este y Gaza vivió una de las jornadas más tranquilas de los últimos seis meses. El choque directo entre una potencia nuclear como Israel y otra que puede serlo, o estar muy cerca, como Irán, eclipsó una guerra donde la próxima parada será el asalto sobre Rafah.
No ha sido una sorpresa. En la noche del 13 al 14, se ha producido la respuesta de Irán al bombardeo, el 1 de abril, de la aviación israelí contra el edificio consular iraní en Damasco (Siria). Acción que causó 16 muertos, entre ellos el general Mohamed Reza Zahedi, el enlace superior entre la Guardia Revolucionaria iraní y la milicia libanesa de Hizbolá. Era de suponer que, aunque solo fuera por razones de «prestigio», aquella acción de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fuera replicada con otra iraní que alimentara el decaído ánimo de las masas islamistas que perciben cómo, a pesar de tantos esfuerzos humanos, materiales y mediáticos desarrollados, Israel podría aniquilar a Hamás.
Entre las hipótesis barajadas, la más probable era la proporcional: bombardeo o acción terrorista contra algún consulado israelí en el exterior; algo que, difícilmente, alcanzaría el brillante nivel técnico y la precisión quirúrgica del bombardeo israelí. La más peligrosa sería la escalatoria: bombardeo masivo desde Irán, contra objetivos en el propio terreno israelí.
La segunda hipótesis ha sido la opción elegida, con ataque masivo de drones y misiles tanto desde el suelo iraní como desde el de sus peones terroristas de Hizbolá (Líbano), hutíes (Yemen) y las milicias proiraníes en Irak y Siria. Una opción también prevista, como corresponde a un planeamiento operativo solvente. Razón para el desplazamiento, desde la Base Aérea McDill (Tampa, Florida) a Tel Aviv, el pasado jueves, del general Kurilla, comandante del Mando Central de EE.UU. (Uscentcom), cuya área de responsabilidad cubre 27 estados, entre el Cuerno de África y Asia Central. Una presencia fundamental para coordinar, controlar e integrar tanto las acciones frente a esta hipótesis, como, en su caso, otras posteriores de respuesta. La exitosa acción coordinada de EE.UU., Israel, Reino Unido y Francia, protegiendo los espacios israelíes frente a la agresión iraní, ha desbordado el campo de lo conjunto-combinado para incluirse en el multidominio. En todo caso, la acción ofensiva iraní desde su propio territorio ha subido un escalón en la tensión, tanto a nivel regional como global. Aunque, de momento, las cosas pueden quedar donde están.