«Me siento flamenca aunque no sepa ni tocar las palmas»
▸ La fotógrafa Remedios Málvarez inaugura ‘Gloria Bendita’ en Cajasol
Gloria bendita’ se llama la exposición de imágenes de artistas flamencos que, durante veinticinco años ha atesorado la cineasta y fotógrafa Remedios Málvarez durante su trabajo en las actuaciones de los Jueves Flamencos de la fundación Cajasol.
Nada se escapa al objetivo de la fotógrafa, por el que durante estos años han desfilado artistas de varias generaciones del flamenco, del cante, toque y baile. Hay miles de fotos en su archivo, «hay doscientos o trescientos espectáculos en imágenes. Ha sido difícil hacer la selección entre miles de fotos». Ha intentado que estén todos los que han pasado por allí, y ha realizado una pieza audiovisual con 340 fotos.
«A mí el flamenco me lo ha dado casi todo. A nivel fotográfico me ha influido hasta el punto de que otras disciplinas que trabajo como el cine, está influido por el flamenco. Yo me acerqué a el hace veinticinco años y de la mano del maestro Manuel Herrera, y para mí ha sido un descubrimiento y un aprendizaje, y también una forma de interpretar y de hacer flamenco desde otro punto de vista, que es la imagen».
Confiesa que no distinguía entre una soleá y una granaína, «me emocionaba sin saber, y cuando empecé, todo era una experiencia nueva para mi. Nunca me había acercado al mundo del espectáculo y ése estar jueves a jueves ahí, mirar un espectáculo a través de una cámara, era y es increíble. Poder condensar y transmitir sensaciones y sentimientos a través de una imagen es algo sublime. Yo me siento flamenca aunque no sepa ni tocar las palmas», confiesa la fotógrafa.
Para Remedios Málvarez, lo más difícil es plasmar el baile, «porque es difícil parar el movimiento. Pretender plasmar el baile es muy difícil, pero también te da mucha satisfacción ver esa imagen que querías y de repente sale, no siempre, claro está».
Y ya no sabe ver un espectáculo sin su cámara, «cuando me han invitado a espectáculos y no tengo una cámara en las manos, lo paso mal porque intento mirar en el formato de 16/9, en el formato cámara. Es deformación, pero también mirada».
Lo que sí confiesa es que su mirada ha cambiado desde que hace fotos de flamenco, «el flamenco a mi me ha enseñado a mirar de forma diferente, a utilizar ese lenguaje y esas sensaciones que te provoca la mezcla de cante, baile y toque, eso que es tan efímero y fugaz, y eso que tu puedes de repente detener, es mágico. Esa fugacidad también la he intentado llevar al cine».
En este momento Remedios Málvarez está rodando una película con el flamenco como protagonista. «‘Fandango’, es un viaje emocional y musical por la provincia de Huelva, con los artistas que tiene más importantes ahora mismo y que todos vienen del fandango. Es una puesta en escena de cómo artísticamente cada uno ha interpretado y ha llegado al flamenco a través del fandango».
Y sin lugar a dudas dice que si no hubiera trabajado durante veinticinco años en los Jueves flamencos no hubiera estado haciendo este trabajo sobre el fandango, «rotundamente no. Si no fuera por los Jueves Flamencos, seguiría siendo fotógrafa, podría haber hecho cine, pero no me hubiera acercado al flamenco, ni me hubiera dado todo lo que me ha dado. Tuve la suerte de mi maestro, Manuel Herrera, que me enseñó que la pasión que lleva este tipo de arte es algo que va más allá de lo que es sentarte en una butaca y ver un espectáculo».
Y en cuanto a su forma de trabajar en medio de la sala donde se produce el concierto, nunca ha tenido problemas con el público, «tú formas parte del anonimato del espectáculo, procuro que nunca se me vea trabajar. El público es sagrado. La gran precaución es ser anónimo y que no se te vea».
«El flamenco me ha enseñado a mirar de forma diferente. El flamenco me lo ha dado todo, y todo gracias a Manuel Herrera»