LLa foto:ft lal niñaiñ que pudod heredar El Retiro
Luisa conserva fotos de su infancia. «Las tiene mi hermano», apunta. Pero atesora este recuerdo con su hermana mayor y su padre, del que nos pide que se vea bien su rostro. «Tenía cara de buena persona, tan bueno, tan afable. Era un hombre tremendamente moderno que podía haber sido un galán de Hollywood», recuerda con orgullo. La foto está tomada en el Parque del Retiro, en Madrid: «Vivíamos muy cerca. Mi madre decía que era su finca. Nos llevaban a pasear. Con mi padre íbamos de museos todos los fines de semana, y lo atravesábamos para ir al Prado, al Museo Naval, al de
Artes Decorativas… El Retiro era como estar en casa». La actriz se recuerda como «una niña rebelde, despierta, atenta a lo sucedía alrededor. Un poco protestona, abogada de pleitos perdidos. Siempre fui muy diurna, me despertaba pronto y ya estaba haciendo cosas». Lo peor de su infancia fue una etapa de ‘bullying’ en el colegio, con una profesora en tercero que le hizo la vida imposible: «Me castigó porque me sacó a la pizarra y no supe hacer una división. Entonces me prohibió volver a casa hasta que no la hiciera, pero mi madre vino al colegio y se enfrentó a ella. Desde ese momento se convirtió en una heroína para mí». Tras la protesta de su madre, a Luisa le levantaron el castigo, pero estuvo todo el curso escolar sufriendo los desprecios de una maestra que la llamaba ‘apestada’ y pedía a sus compañeras que la dejaran de lado: «Yo tenía siete años, fue muy duro, sobre todo porque ese año murió mi abuelo, mi abuela se vino con nosotros a vivir y la vida se nos complicó a todos en casa. Pero lo que no te mata te hace más fuerte».