La armonía de los jinetes al sol
▸La temperatura y el público fueron subiendo en el real durante toda la tarde de ayer, en una jornada en la que se sucedieron comidas familiares y de amigos
Calor, mucho calor. Y gente, mucha gente. La Feria bullía ayer como buena víspera de ese festivo que permite disfrutar de la compañía, las sevillanas, la manzanilla (o el fino quien lo prefiera) y la buena comida sin tener que estar pendiente del reloj. Porque mañana será otro día... de fiesta.
Por ello, la temperatura no dejó de subir durante la tarde de ayer en el real de los Remedios, que progresivamente se fue llenando de sevillanos y foráneos, todos reunidos con el único objetivo de disfrutar de una esplendorosa jornada de Feria, de esas que si no logran el lleno se quedan cerca.
Muchos optaron por la tarde, preferentemente familias, aunque otros, mayoritariamente jóvenes, prefirieron el frescor de una noche que se presumía larga. Como contrapartida del intenso calor, pudieron verse menos mujeres vestidas de gitana que en jornadas anteriores, ya que muchas optaron por lucir los (más frescos) trajes de calle
A la fiesta se apuntaron, además, numerosos jinetes y amazonas a lomos de sus caballos, que llenaron de color el recinto y permitieron disfrutar en muchas esquinas de la que es una de las estampas más clásicas de la Feria.
Junto a sus mayores se pudo ver también disfrutar de sus monturas a numerosos jóvenes y adolescentes, muchos de los cuales daban sus primeros paseos a caballo en un real en el que también se dejaron ver un buen número de espléndidos enganches.
Uno de los que llamaron la atención fue el landó propiedad de Chitina Oriol, donde cada detalle estaba cuidado al milímetro, como la guarnicionería, de su propia firma Dorantes, que lucían sus caballos de la ganadería de Blanca Oriol. Del paseo por el real pudo disfrutar también ayer la familia Jiménez Halcón, a caballo junto a un grupo de amigos, o la familia Pretel Piñar con sus hijos, que hicieron parada en la Gitanillo de Triana, 50, con numerosos amigos.
La víspera del festivo también se reveló como un día perfecto para el disfrute de comidas familiares y de amigos, en las que dejarse llevar y no tener ninguna prisa en abandonar el real.
Dos de esas reuniones familiares tuvieron lugar en la caseta Ybarra. Una era la comida de primos que organiza todos los martes de Feria Gonzalo Ybarra; la otra reunió a un buen número de familiares de rama Ybarra Fontcuberta.
También aprovecharon el día numerosos grupos de amigos para tener sus reuniones. Es el caso de la que celebraron en la calle Joselíto el Gallo 72 Pedro Beca y Manuel Pérez de Guzmán, pero también de la comida que disfrutaron en la caseta Los Matrimonios numerosos amigos acompañados de sus esposas con Ignacio Bilbao como anfitrión. De amigas fue el ágape que organizó Chitina Mulet en La Voltereta. El Casinillo no fue una excepción y hasta allí se reunieron varios grupos bien avenidos para comer, como el que formó Prado Buendía con sus amigos.
Una jornada para disfrutar de la armonía de los jinetes al sol y de un buen ágape en la mejor compañía.
Jóvenes caballistas Numerosos jóvenes y adolescentes se lucieron en el paseo de caballos, una de las estampas más clásicas de la fiesta