Si tan malos son los de Bildu
Fíjate, Peláez, que hasta el rabo todo es toro y, al final de la campaña, el PSOE ha descubierto la connivencia de Bildu con ETA. Se han sorprendido en un sonrojo fingido y torpe, un poco como cuando en la película porno se descubre que el fontanero no venía a arreglar la lavadora. En la Ser le preguntaron a Otxandiano si ETA era una banda terrorista. Parece una pregunta sencilla, pero no se la hacían. Vino a decir que no. Bildu es ETA argumentalmente y de otras maneras, tanto que mantiene sus razones, su misión, su logo en el cartel y sus terroristas en las papeletas, pero el PSOE no quería verlo. Que Bildu es un partido moralmente execrable se sabía desde hace tiempo, pero chico, servía para gobernar en Madrid y, si apoyaba el sanchismo, bien estaba. Decía Óscar Puente que era un partido progresista, firmaba la ley de vivienda, ¡la ley de Memoria Democrática! Porque servía para la gloria sanchista y qué le íbamos a hacer, gobernaron gracias a su acuerdo en Navarra, les dieron la Alcaldía de Pamplona y lo que hiciera falta. Me acuerdo de cómo Bildu era un partido de responsabilidad de Estado y el PP, una banda echada al monte, peligrosos ultraderechistas que justificaban la dictadura de Franco, cuando a algunos dirigentes de Sortu se les notaban las marcas de las costuras de la capucha. A la izquierda ‘abertzale’ le humea la pistola, pero eso Sánchez no lo quiso ver y ahora el pobre Andueza está entrampado en el meollo del sanchismo. Si tan malos son los de Bildu, ¿por qué pactan con ellos?