Otxandiano, el pis y las flores

ARMA Y PADRINO

Legitimar el terror y la violencia... Eso es lo que proponen a los vascos. Y eso es a lo que dirán que sí al votarles, si deciden hacerlo

HACE años me mudé a un minúsculo pueblo de 150 habitantes y, para las elecciones municipales, el alcalde vino un día a casa a pedir mi voto. Es lo que tiene la política de proximidad: que es muy próxima. Preparé café y me senté con él en la puerta, a la fresca, a escuchar sus propuestas. De pronto, su perro, muy simpático, hizo pipí en mis macetas. Me di cuenta en ese momento de que, sin mediar voluntad alguna por parte del regidor, me había sido presentado (perrete mediante) el programa real de la formación local: pensaban mearse en mis flores mientras yo les rascaba la cabeza.

A Pello Otxandiano, el candidato de Bildu, le ha pasado lo mismo que al perro del alcalde. Ante la pregunta directa de Aimar Bretos («¿ETA fue un grupo terrorista?»), Otxandiano se ha metido en un jardín y ha terminado orinando en las flores. Sin pretenderlo, nos ha presentado su verdadero programa. Y todo por no verbalizar lo que aún no han conseguido borrar de nuestra memoria: que ETA fue un sanguinario grupo terrorista.

Para Otxandio era muy importante, a las puertas de unas elecciones en las que por primera vez Bildu parece acariciar el triunfo, no reconocer ni condenar que la acción armada y directa de aquellos de los que son herederos es la responsable de más de 850 asesinatos, de los que casi 400 siguen sin resolver. Algo así como matar a todos los habitantes de cinco pueblos como el mío. Eso es lo que suponen los casi novecientos muertos, uno detrás de otro (niños incluidos). Y eso es lo que quería evitar decir en voz alta el candidato. Por eso prefirió enredarse en cuestiones dialécticas, en las consideraciones y las denominaciones, que son diversas. En meter con calzador a los GAL y las torturas, porque ellos también sufrieron; que si los diferentes puntos de vista, y que si las diferentes sensibilidades. Es otro ciclo, no hace falta hablar de lo que no interesa a nadie (cuando dice «a nadie» se refiere a ellos) y la sociedad vasca, dice, está ya a otra cosa.

Y así es como, por no querer decir, acabó diciendo mucho más de lo que pretendía. Así acabó evidenciando lo que quería esconder, que bajo el sofisma interesado de ese estar a «cómo superar el conflicto político», en esa micción que es denominar así al terrorismo, se encuentra el verdadero programa político de Bildu: diluir la memoria de lo sucedido para blanquear a ETA, igualar el sufrimiento y la responsabilidad de víctimas y victimarios y, sobre eso, construir e imponer el relato que les absuelva. Legitimar el terror y la violencia, en definitiva. Eso es lo que proponen a los vascos. Y eso es a lo que dirán que sí al votarles, si deciden hacerlo.

El día que el perro del alcalde me presentó su programa político, eché agua con jabón y vinagre sobre su pis en cuanto se dio la vuelta. No quedó ni rastro y ahí siguen mis macetas. Ustedes sabrán lo que permiten que hagan con sus flores.