El último tren
▸Adif, propietaria de la antigua estación de Córdoba, no logra un inversor privado para la gestión comercial ▸La ubicación, el gran aparcamiento o la reciente restauración parecen que no son suficientes atractivos
ADRIANO
Corría el mes de mayo de 2022 cuando el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) abrió un procedimiento de licitación para la gestión del centro comercial Plaza de Armas. Aquel primer intentó fue fallido y el proceso quedó desierto. Meses más tarde se abriría una ventana de licitación, pero el resultado fue el mismo. Esto supone que en quince días se cumplirán cuatro años sin un operador que gestione comercialmente la antigua estación de Córdoba y sus casi nueve mil metros cuadrados de superficie alquilable y los más de 1.250 metros cuadrados de terraza para la instalación de veladores, lo que confirma el declive de este centro, que acumula cuatro años sin gestor y que tiene un 30 por ciento de ocupación del suelo.
Este centro comercial, ubicado en un edificio declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía en 1990 con categoría de Monumento, lleva años perdiendo terreno en el sector de este tipo de establecimientos en la capital.
Hace dos años Adif, propietaria del equipamiento, comunicaba que este centro comercial tenía una ocupación del 30 por ciento del suelo alquilable. Tras realizar la misma consulta a la empresa pública la respuesta evidencia el panorama: «no ha habido novedades significativas en el centro comercial en los últimos meses».
Son pocos los negocios que se mantienen a pesar de las bondades de este centro comercial, como su ubicación en el centro de la ciudad, lo que le permite un acceso inmediato a unas 270.000. La cifra total estimada de clientes potenciales (acceso al Centro en un tiempo inferior a 30 minutos) es de
Las licitaciones de mayo de 2020 y de noviembre de 2022 se cerraron sin ofertas económicas para la gestión del centro
Un edificio declarado BIC, con una envidiada ubicación en pleno centro de la ciudad, con más de diez mil metros cuadrados alquilables y para veladores, con un aparcamiento subterráneo amplísimo... Las fortalezas son evidentes, aunque parecen insuficientes para los inversores, por ahora. ¿Y si el último tren de Plaza de Armas no pasa por un centro comercial y sí por un uso turístico? 2.600.000 personas, según Fidalia, la filial de Adif que gestiona el centro actualmente a falta de un promotor privado. A esto se añade un amplísimo aparcamiento subterráneo.
Adif, consciente de la pérdida de competitividad de Plaza de Armas, en parte también por la cercanía de otros centros comerciales como Torre Sevilla, llevó a cabo a una profunda restauración de la fachada de las instalaciones, de estilo neomudéjar. En 2021 invirtió 2,5 millones para recuperar su esplendor arquitectónico. Pero tampoco ha servido para llamar la atención de los inversores.
En mayo de 2020, Fidalia activó el proceso de licitación para la gestión del centro comercial. Era el primero y el resultado fue negativa. No hubo ofertas. Después llegó el segundo en noviembre de 2022, que se cerró también vacío de propuestas. Quedó desierto.
El precio mínimo de licitación era de cinco millones de euros. Se le ofrecía a los interesados la posibilidad de fraccionar el pago durante los primeros cinco años del contrato. El adjudicatario del concurso se subrogaría el contrato de explotación que todavía está vigente hasta 2069. Se cumplían entonces tres años en vano para encontrar unos inversores interesados en gestionar el centro comercial.
Ha transcurrido un año más y la situación sigue igual. De hecho, des
Cuenta con casi nueve mil metros cuadrados de superficie alquilable y más de 1.250 metros cuadrados para veladores en terraza