Los nuevos desvíos de la obra de la calle Zaragoza dejan en el aire la reurbanización de Murillo
▸ Se ha habilitado como salida de los vehículos del aparcamiento de la Magdalena, lo que retrasaría su reforma
Hace algo más de una semana que comenzó la obra de reurbanización de la calle Zaragoza, una actuación de Emasesa que se prolongará unos ocho meses y que ha provocado importantes desvíos de tráfico en el Casco Antiguo. El plan diseñado por la Delegación de Movilidad hizo aguas a las pocas horas de ponerse en marcha, con atascos interminables que dejaban retenciones de más de 30 minutos en el entorno de la Plaza Nueva. Consciente del caos que se había generado, el Ayuntamiento rectificó con diligencia, planteando una serie de itinerarios alternativos para resolver las carencias apreciadas en el plan. Las soluciones han permitido resolver momentáneamente el problema pero han dejado en el aire algunas de las actuaciones previstas de ejecutar.
Es el caso de los trabajos de reforma de la calle Murillo, que quedaron pendientes en la peatonalización de la Plaza de la Magdalena y que, según la planificación del ejecutivo, debían comenzar tras la Semana Santa. Los nuevos desvíos implantados por Movilidad han hecho uso de la calle para dar salida a los vehículos del parking de la Magdalena, que en las primeras horas del plan de Zaragoza se veían obligados a tomar por Méndez Núñez, llegando así hasta la ratonera de Plaza Nueva de la que era prácticamente imposible salir. Ahora, los usuarios de este parking y del de Rioja cuentan con autorización para circular por el lateral peatonal de la plaza, continuar por la calle Murillo, y terminar de salir del Centro por Cristo del Calvario o Bailén hacia Canalejas.
Esta decisión afecta de lleno al proyecto de rehabilitación de la calle Murillo, donde Urbanismo ejecutará unos trabajos para implantar la plataforma única, acabar con las deficiencias y los baches que presenta la calzada, renovar el alcantarillado y el alumbrado público, y dar prioridad peatonal a la vía, permitiendo sólo el acceso de los vehículos que tengan una plaza de garaje. Hace tres meses, el 16 de enero, concluyó el plazo para la presentación de ofertas por parte de las empresas interesadas en la intervención, que finalmente fue adjudicada a Conservación Asfalto y Construcción. El contrato se firmó el pasado 3 de abril y el plazo de ejecución alcanza los tres meses y medio.
En dos fases
El proyecto de obra establece dos fases de realización. La primera afectará al tramo comprendido entre la Plaza de la Magdalena y la calle Santa Justa, donde se contempla la sustitución de la red de abastecimiento y saneamiento. La segunda y última irá desde la calle Santa Justa hasta la intersección con calle Bailén, donde se contempla la realización del cruce de la calzada para el alumbrado público. En cada una de ellas se ejecutarán los trabajos de forma independiente, no pudiendo comenzar la siguiente hasta que, al menos, se aplique la capa de hormigón de la anterior. Está previsto que se mantenga en todo momento la circulación de peatones, así como el acceso a los edificios que tengan su entrada por esta vía, colocando para ello pasarela y rampas.
La otra modificación que realizó el Ayuntamiento en los desvíos iniciales de la obra de Zaragoza fue cambiar el sentido de las calles Arfe y Dos de Mayo, facilitando así la salida de vehículos desde Plaza Nueva y ofreciendo una nueva alternativa a las ya existentes en Adriano y Antonio Díaz. La clave de esta situación está en saber el tiempo por el que se prolongarán las nuevas alternativas implantadas por Movilidad, que en la práctica han resuelto el caos de tráfico que se había generado en el Casco Antiguo. En un principio, se trataba de una solución provisional y, por tanto, la idea que manejaba el gobierno era volver al plan original en cuanto se redujera el volumen de tráfico en la zona, algo a lo que contribuye la llegada del verano. Será entonces cuando pueda comenzar la obra de reforma de la calle Murillo, que debe estar finalizada antes de la Semana Santa.