Maracena: tres alcaldes, un rapto y mil líos en 14 meses
Raro es el día en que Maracena no es noticia por algo. En los últimos catorce meses, por lo menos, así ha sido. En este municipio colindante a Granada y de 22.000 habitantes ha habido en ese breve periodo de tiempo lo siguiente: el secuestro de una concejal, tres alcaldes diferentes y un gobierno local que ha durado poco más de un suspiro y ha sido duramente criticado.
Conviene sintetizar. De este espacio temporal se puede marcar como inicio la fecha del 21 de febrero de 2023. Ese día, la concejal socialista Vanesa Romero fue secuestrada por un individuo que, según detalló ella en la denuncia, la raptó en la puerta de un colegio donde sabía que la encontraría, la introdujo a punta de pistola en el maletero de su coche y la condujo hasta un garaje de Armilla, otro pueblo del extrarradio granadino. Allí, pese a que estaba atada, consiguió escapar.
El hombre se llama Pedro Gómez y era por entonces la pareja de la alcaldesa, Berta Linares, también del PSOE, y quien no tenía precisamente buenas relaciones con Vanesa Romero. Dos días después de aquel suceso, el PP lo relacionó con una supuesta trama urbanística. Según su teoría, que llevó al juzgado, Romero tenía intención de denunciarla y ese fue el precio que pagó.
El 1 de marzo, en un pleno extraordinario, el PP exige la dimisión de Berta Linares pero no consigue su propósito. Es más, en las listas electorales para las municipales del 28 de mayo pasado, la alcaldesa es la cabeza de lista y Vanessa Romero se queda fuera. El ambiente está realmente crispado.
El 24 de mayo, sólo cuatro días antes de esos comicios, se levanta el secreto del sumario y sale a la luz que el juez aprecia indicios de que Linares está implicada en los hechos. También apunta a Noel López, exalcalde y ‘número tres’ del PSOE de Andalucía.
Pese a ello, los socialistas son los más votados en las elecciones municipales y obtienen siete concejales, aunque lejos de las mayorías absolutas que han coleccionado en los últimos años. Un cuatripartito integrado por PP, Vox y los partidos locales Quiero Maracena y Maracena Conecta logra la mayoría suficiente para hacerse con el mando y desalojar al PSOE. Berta Linares dimite y el nuevo regidor es el popular Julio Manuel Pérez.
Poco tardan en aparecer las críticas. Las más difundidas se refieren al presunto desmantelamiento del servicio de ayuda a domicilio y al funcionamiento de la Policía Local, que tomó la decisión de no vigilar a las víctimas de malos tratos acogidas al sistema VioGén y delegar esa función en la Guardia Civil por sus discrepancias con el concejal de Seguridad, Juan Antonio Quesada, de Vox.
En paralelo, en noviembre, la Justicia deja fuera de toda sospecha a Berta Linares, al que fuera concejal de Urbanismo, Antonio García Leyva, y a Noel López. No tuvieron nada que ver en el secuestro, determina el juez, que mantiene como único investigado a la expareja de Linares. Ésta comparece para denunciar que han «destrozado» su vida y que, al levantar el secreto del sumario en vísperas de las elecciones locales, el juez «alteró el resultado» de las mismas. También se refiere a Vanesa Romero como «víctima y verdugo». No vuelve a la política.
El 1 de abril todo salta por los aires. PSOE, Izquierda Unida y Maracena Conecta anuncian un acuerdo para presentar una moción de censura y descabalgar de su puesto al regidor. La única representante de Maracena Conecta, Amabel Avarde, justifica su repetino cambio porque, dice, su gestión «ha sido un desastre». Otra concejal del PP también rompe con su grupo. El socialista Carlos Porcel se convierte en el nuevo alcalde, el tercero en catorce meses. El secuestro se sigue dirimiendo en el juzgado y sin implicaciones políticas. Si eso significa que Maracena vuelve a la normalidad, sólo el tiempo lo dirá.
El secuestro de una concejal del PSOE puso bajo los focos la agitada vida política de este municipio granadino, que han recuperado los socialistas tras ser exculpados por el juzgado