Sumar duda de la validez jurídica del acuerdo del Consejo de Ministros
▸ Díaz evita confrontar con Sánchez, pero su partido fija una posición crítica
tos de Defensa desde que llegó al Palacio de la Moncloa. Ningún gabinete hasta ahora había elevado tanto el gasto militar, que en estos momentos es de un 1,3% del Producto Interior Bruto (PIB).
Con todo, a España aún le queda un amplio camino por recorrer para cumplir su compromiso con la OTAN de destinar en 2029 al menos un 2% del PIB a gastos militares, todo ello además en un momento en el que la Unión Europea pide un aumento de la inversión en Defensa para mejorar su autonomía estratégica en esta materia.
No es la primera vez que el Gobierno dedica importantes cantidades a gastos militares. En octubre del año pasado el Consejo de Ministros ya decidió invertir más de 576 millones de euros en la compra de un sistema de lanzacohetes de alta movilidad para el Ejército de Tierra y otros 345,5 millones para la adquisición de munición de rango extendido de 155 milímetros, con un alcance de más de 40 kilómetros. Las dos inversiones se justificaron en los compromisos con la OTAN y en el contexto internacional, en el que aún no había irrumpido la crisis de Oriente Próximo.
En este asunto, como en tantos otros, Sánchez ha actuado con la fe del converso. En 2014, recién elegido secretario general del PSOE, afirmaba que había que suprimir el Ministerio Defensa –luego matizó que quería reducir su presupuesto– y ahora es firme defensor de aumentar el gasto militar.
El gasto militar sigue siendo divisorio en la coalición de PSOE con su socio a la izquierda. No son enfrentamientos tan duros como los protagonizados por Podemos en la legislatura pasada, pero es también conflictivo con el partido de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Fuentes de Sumar en el Gobierno dudan de la validez jurídica del incremento del gasto en Defensa en más de 1.000 millones de euros para reforzar la capacidad militar aprobado a través de un acuerdo marco en el Consejo de Ministros de antes de ayer y explican que sus ministros lo rechazaron sin éxito.
No pueden bloquear dicha inversión al tratarse de un departamento que no es de su competencia. Pero Sumar explica que protestaron porque no ven justificada su aprobación urgente con la vía del acuerdo marco de la que dispone el Gobierno para extensiones presupuestarias y que no requiere de debate parlamentario. «Supone aprobar por esta vía algo más del 8% del presupuesto anual de Defensa y consideramos que no está justificada esta celeridad», reprocha el equipo de Díaz, que pide al PSOE que aclare qué factores y contextos justifican un importe por valor de 1.129.648.285 euros sin pasar por el Congreso.
El acuerdo marco se conoció una vez publicado en la referencia del Consejo de Ministros después de que La Moncloa decidiera ocultar en la rueda de prensa este asunto, que crea tensión con los socios de investidura.
Durante la reunión ministerial, explican las fuentes de Sumar, plantearon su «preocupación» por aprobarlo mediante créditos extraordinarios y recurrir a fondos de contingencia. Esgrimen las sentencias del Tribunal Constitucional (TC) de 2015 y del Tribunal de Cuentas de 2016 sobre los ‘Programas Especiales de Armamento’ de Mariano Rajoy, que anularon partidas aprobadas por la vía de urgencia del decreto ley por no estar suficientemente justificados. El recurso ante el TC fue interpuesto en 2014 por PSOE, Izquierda Unida y UPyD.
A pesar de que el gasto en Defensa no es un elemento por el que la vicepresidenta Díaz suela entrar en conflictos con el PSOE, de hecho participó en la Cumbre de la OTAN en Madrid, donde el presidente se comprometió a subir el presupuesto militar a un 2% del PIB, desde Sumar creen que «no se aportan causas objetivas ni justificación adecuada» en este caso, así como que «solo se precisan los criterios económicos y la convocatoria no respeta la legalidad vigente en cuanto a Igualdad».
Sumar también reprocha a Defensa cierto grado de injerencia en el departamento de Díaz: «Consideramos además que Defensa se arroga competencias en materia laboral que corresponden al Ministerio de Trabajo y Economía Social y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social».
La líder de Sumar ha optado por no confrontar con Pedro Sánchez y delegarlo en su portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, que la semana pasada le pidió en el Congreso no incrementar el gasto militar. Ayer Errejón pidió en redes sociales no destinar ningún esfuerzo a la «industria de la guerra». Pero están intentando no provocar demasiado ruido. Estrategia diferente a la que usaron los lí
«Cuesta controlar las palabras ante tanta hipocresía del Gobierno», critica Irene Montero, número dos de Podemos
deres de Podemos en el Gobierno. Podemos iba a amagar en la negociación de los Presupuestos Generales con condicionar su apoyo a que no se elevara el gasto militar en detrimento del social, a pesar de que el presidente del Gobierno se comprometió con la OTAN a alcanzar ese 2% del PIB invertido en Defensa para 2029 estando ellos sentados en el Consejo de Ministros. Las cuentas se prorrogaron, por lo que han perdido esa baza para el ciclo electoral.
«Cuesta controlar las palabras ante tanta hipocresía del Gobierno de España», criticó ayer la exministra y número dos de Podemos, Irene Montero, en rueda de prensa. «No se puede decir que quieres la paz y llenar los medios de comunicación de titulares diciendo que pides la paz mientras estás contribuyendo de forma decisiva a la escalada militar», añadió.
A la ministra de Sanidad, Mónica García, la cogieron con el pie cambiado en una entrevista en Telecinco y, al preguntarle por el gasto extraordinario, respondió que España está en «costes de Defensa inferiores en relación a otros países», lo que provocó duros reproches de dirigentes de Podemos, que compiten contra Sumar en los comicios vascos y europeos por un mismo electorado.