Granada y Santa Fe, hermanadas 532 años después
Antaño campamento militar asentado para el último asalto a la fortaleza nazarí de la Alhambra, la ciudad santaferina se alzó en sólo 80 días por orden de Isabel la Católica
Si hay dos ciudades que guardan una larga relación históricas son Granada y Santa Fe. Por eso, la noticia de que la comisión de Distinciones y Honores del Ayuntamiento granadino ha aprobado hermanarse con el municipio santaferino no sólo no provoca sorpresa sino que invita a pensar por qué no se tomó antes esa medida.
Santa Fe existe gracias a Granada, eso es un hecho incontestable. En 1491, los Reyes Católicos preparaban su asalto final al único bastión del reino nazarí, pertrechado en la fortaleza de la Alhambra. Para ello decidió montar un campamento militar en las afueras, a poco más de veinte kilómetros de distancia. Ese campamento se quemó pero por orden de Isabel la Católica, en su lugar, a base de piedra y ladrillo, se edificó una ciudad de planta rectangular, con una puerta a cada lado y con forma de cruz cristiana que apuntaba precisamente a Granada, indicando a las claras cuál fue el objetivo. Que ya se había logrado, como todo el mundo sabe.
El 2 de enero de 1492, el rey Boabdil el Chico entregó las llaves de la ciudad y se marchó con su séquito hacia la costa. Por el camino, en la cumbre de un monte, dice la leyenda que volvió la vista atrás y, al contemplar la belleza que había dejado, rompió a llorar. De ahí que ese monte se llame Suspiro del Moro.
La ciudad-campamento de Santa Fe tardó sólo 80 días en construirse, lo que sin duda es un tiempo récord. Su diseño inspiró después a otras. Sobre todo de América, donde por cierto hay varias ciudades llamadas así. Están en Argentina, Colombia, Cuba y Estados Unidos.
Porque la relación de Santa Fe con el llamado Nuevo Mundo también está más que demostrada, y de hecho es lo que resalta el Ayuntamiento de Granada como motivo principal para el hermanamiento: el 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, un documento que firmaron los Reyes Católicos y que permitió financiar el viaje de Cristóbal Colón a lo que entendía que eran las Indias pero por una nueva ruta, hacia el Oeste y cruzando el Atlántico. Así dio con el continente americano.
Cuna de la Hispanidad
Por eso a Santa Fe se la considera una de las cunas de las Hispanidad, junto a otras ciudades que también guardan una estrecha relación con ese acontecimiento y con las que Santa Fe tiene asimismo lazos de unión: Palos de la Frontera (Huelva), de donde salieron la Niña, la Pinta y la Santa María; y Baiona (Pontevedra), donde regresó la Pinta el 1 de abril de 1493 tras el primer viaje colombino.
Según la declaración institucional del Ayuntamiento de Granada, que será leída en el próximo pleno municipal, el hermanamiento que ahora se aprueba es «fruto de la relación y el intercambio cultural que siempre ha tenido un recorrido de ida y vuelta por los caminos de la Vega entre Santa Fe y Granada».
Recuerda el documento que Granada y Santa Fe han estado unidas en efemérides como la clausura, en 1952, de los actos del quinto centenario del nacimiento del Rey Fernando el Católico, el quinto centenario del Descubrimiento de América o la Exposición Iberoamericana de Sevilla, celebrada en 1929.
Allí se firmaron en 1492 las Capitulaciones que permitieron financiar el viaje de Colón a las Indias por la ruta del Atlántico