«El de Sevilla es el festival de swing referencia en Europa»
El XII Festival Sevilla Swing! se celebra del 24 al 28 de abril en la capital hispalense con fin de fiesta en Gines
La «ambición» del Sevilla Swing!, que esta semana celebra su duodécima edición, es seguir aumentando la calidad de su oferta «aprovechando la confianza y la inteligencia de un público» que, año tras año, ha ido aupando al festival a un lugar referente del panorama internacional. Ivan Pivotti, de la agencia Marmaduke y desde el inicio director del evento, reflexiona sobre cómo ha ido creciendo una cita que cada primavera reúne en la capital hispalense a 5.000 personas.
—El festival llega a la duodécima edición. ¿Viene mucho público de fuera? —El público del teatro suele ser sevillano. Nuestro festival se distingue de los otros festivales de swing porque siempre hemos querido mantener un equilibrio entre la música en directo y el baile swing. Otros festivales europeos y norteamericanos están más centrados en el baile y la comunidad de bailarines se mueve mucho. Cada fin de semana se desplazan las mismas personas a diferentes ciudades europeas para dar clases de baile. Nosotros hemos conseguido unir y captar estos dos mundos.
—¿Eso es entonces lo que diferencia a éste de otros festivales de España? —Sí, es lo que nos diferencia, de España y de Europa. Nuestro festival nació hace doce años por el encuentro entre diferentes almas del mundo swing. Por un lado por el grupo sevillano O Sister!, que ha sido un grupo pionero en el renacimiento en el continente de la música swing y, por otro, por Samuel Rigal, que fue el primero en montar una escuela de baile. A partir de su creación se ha ido forjando el festival y ha ido llamando a un público diferente. Yo he estado desde el principio también, pero ellos buscaron una forma de financiación para crear el festival y mantenerlo con vida. También se han juntado dos compañeras alemanas que viven aquí y que son diseñadoras de ropa vintage. Desde el principio hemos tenido el apoyo de ICAS, que nos cede el Teatro Alameda, el Cicus que también nos cede sus espacios y nos aporta financiación y el Ayuntamiento de Gines que es donde hacemos los domingos el fin de fiesta. La cosa más relevante desde el punto de vista de los patrocinadores es que desde hace ocho años formamos el programa Europa
Creativa, que agrupa una red de festivales de swing; ahora mismo somos 13 festivales los que integramos esta red.
—Gracias a esa financiación pueden presentar propuestas internacionales. Este año hay tres estrenos de los cuales dos están arropados por ese programa.
—Sí, por un lado tenemos ‘Flappers of today’. Se trata de una residencia de artistas: crean, ensayan y presentan un repertorio de compositoras femeninas del siglo pasado. Un conjunto vocal formado por diez mujeres con instrumental de piano, contrabajo y batería. Seguidamente tendremos el estreno absoluto del último espectáculo del coreógrafo y bailarín Remy Wouakou, un personaje muy importante en el baile swing, pero también de los bailes urbanos como el hip hop o el dance. Su nuevo espectáculo se llama ‘Jazz evolution’ y en él busca las raíces comunes de diferentes músicas. El swing es una música que nace a principios del siglo pasado y que después de un renacimiento en los últimos 15 o 20 años se está adaptando a los códigos contemporáneos que van a la música urbana y electrónica. El otro estreno absoluto del festival es el de Moreira-Guezbar Manouche Quintette. El año pasado se encontraron en Sevilla Manouche, gitano francés, con Moreira, violinista que vive en la capital. Tocaron juntos y después se fueron a grabar un disco. Ahora, un año después de ese encuentro estrenan el repertorio en el mismo festival que los unió.
—¿Recuerda cómo fueron los inicios? ¿Cómo salió adelante un festival que a priori no tenía mucho que ver con Sevilla?
—No tenía mucho que ver, pero ya comenzaba a despuntar O Sister! tanto en España como fuera. Era el grupo que hacía la armonía vocal de principios del siglo pasado, hacían algo que en Europa no había hecho nadie. Ya tenía relevancia y en Sevilla tenía cierta popularidad. Con la llegada de Samuel también se empezó a mover el baile. De las costillas de O’ Sister! se han ido formado otros grupos swing. No había evidentemente un gran público o una gran afición a esa música, pero sí se ha ido creando. El primer festival fue de grupos locales con O Sister! y dos más. Pero con el paso de los años han ido viniendo de otras partes de España y después grupos internacionales.
—Con todo, ¿qué posición ocupa Sevilla y su festival de swing dentro del circuito?
—Yo que estoy relacionado con otros festivales europeos puedo decir, aunque suene feo, que se encuentra en una situación muy buena. Es un festival muy maduro, un festival de los más antiguos en Europa y de los pocos que mantiene el equilibrio entre música en directo y baile. Es algo que no se ve mucho en el continente. Nos miran muchos festivales de fuera, somos referencia. Es un festival muy considerado por nuestro público, que asiste numeroso y también para la red somos una referencia, dicho con mucha humildad porque estamos hablando de una música que no es de masas, es algo minoritario.
—Pero en Sevilla han ido conquistando a nuevo público... Quedan muy pocas entradas para los conciertos.
—De Sevilla y de fuera. El festival ha conseguido llegar a una madurez por la que el público asiste porque sabe que va a descubrir algo. Sabe por ediciones anteriores que va a ser algo exquisito, rebuscado y que traemos con cariño porque es lo que nos interesa y gusta.
—¿Podría crecer el festival a lo ancho, con nuevos espacios por conquistar en Sevilla?
—Somos un poco conservadores en el sentido en que hemos encontrado una fórmula a la medida del festival, ni pequeña ni grande. No somos un festival que tenga la ambición de crecer mucho más y convertirse en un fenómeno de masas porque nuestro público no da para eso.
Público «No somos un festival que tenga la ambición de crecer mucho más y convertirse en un fenómeno de masas»