ABC (Sevilla)

La Feria o Pedro Sánchez

Entre la banalidad sevillana y la del presidente del Gobierno, tal vez lo mejor es quedarnos con la nuestra

- ALBERTO GARCÍA REYES

LA ironía no parece suficiente, por lo que esta vez voy a escribir con rabia. ¡Ya está bien del debate de la Feria! La exposición que estamos teniendo los sevillanos a nivel nacional con un asunto tan frívolo mientras el país está en vilo esperando la decisión del presidente del Gobierno tras su irresponsa­ble retirada a los palacios de invierno es bochornosa. Si era un topicazo el conflicto entre el modelo tradiciona­l y el que se ha venido celebrando los últimos años, más topicazo aún es la interpreta­ción que se hace del resultado de la consulta. Que si los barrios populares optan por el sábado y los rancios por el lunes, que si la periferia prefiere el formato actual y el centro el de toda la vida, que si los pobres quieren más días y los ricos menos... Patético. El alcalde debe cerrar este asunto ya para que podamos centrarnos en la Sevilla verdadera, la de los problemas de movilidad, la de la falta de aparcamien­to, la despreciad­a por las grandes administra­ciones, la de los colegios desconchad­os, la de los barrios más pobres de España... Hay tantas Sevillas a las que meterle mano que el referéndum de la Feria suena a cachondeo. Es de cachondeo, mejor dicho. Y tener que aguantar opiniones en serio que dicen que esta consulta era ideológica resulta vergonzoso. En primer lugar, la consulta era innecesari­a. Porque para eso tenemos ya un gobierno elegido en las urnas: para decidir. Los alcaldes están para resolver los problemas de los ciudadanos, no para trasladárs­elos y parapetars­e detrás de un referéndum que les permita lavarse las manos. En segundo lugar, la consulta es banal. Porque no aborda los verdaderos problemas de esta ciudad, que son muchos y urgentes. Y en tercer lugar, la consulta es sonrojante. Porque da alas a la visión distorsion­ada que se tiene de los sevillanos, al ‘arsa y toma’ y después una siesta.

Ni empezar el lunes es facha, ni empezar el sábado es progre. Así que ponedla como queráis, a lo ancho o a lo largo, y vamos a otra cosa. Por ejemplo, a las mentiras de Óscar Puente. Seguro que el cien por cien de los sevillanos, los ricos y los pobres, los de los barrios populares y los del centro, votarían en una consulta a favor de que se construya ya la SE-40, se haga la red de metro, se ponga un tren al aeropuerto o, más facilito, se desdoble la autovía de Cádiz. Es probable que el ministro bloquease el resultado porque, otra cosa no, pero bloquear, bloquea de escándalo. Pero al menos no habríamos salido en el telediario con la muñeca flamenca del televisor y el sombre de ala ancha. Y también podríamos centrarnos definitiva­mente en lo de Sánchez, que a ver qué dice mañana. Aunque pensándolo mejor, en este punto me refugio en la ironía. Entre seguir enrocados con el lío ferial y sumirnos en la novela de Corín Tellado del presidente del Gobierno, tal vez lo más sensato que podemos hacer desde esta arcadia feliz es continuar discutiend­o sobre la Feria. ¿Sánchez va a dimitir? Yo qué sé, yo estoy cabreadísi­mo con el resultado de la consulta.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain