El Metropolitano vale la Champions
▸ Triunfo fundamental del Atlético en su objetivo europeo. Nico Williams sufrió insultos racistas
El Atlético no quiere quedarse sin Champions. Así lo demostró ayer con una fundamental victoria sobre el Athletic, su inmediato perseguidor, para alejarlo de la cuarta plaza a seis puntos con 15 en juego. De Paul, Correa y Lino (o Unai Simón, en propia puerta) anotaron los goles rojiblancos, mientras que Nico Williams, que denunció un insulto racista, hizo el tanto bilbaíno.
La parroquia colchonera es una afición agradecida a aquellos que colaboraron a engrandecer el nombre y la leyenda del Atlético. Fernando Torres, pasado y futuro del club, es vitoreado junto a sus pupilos después de haberse proclamado campeón de Liga con el juvenil. Tras ello, emocionante minuto de silencio por el fallecimiento de su padre, seguido de cánticos de apoyo a la figura rojiblanca. Entre medias, el Metropolitano se rinde a Raúl García, que colgará las botas a final de temporada, con una atronadora ovación. Siete temporadas, 329 partidos y siete títulos, además del legado que el navarro contribuyó a construir, no se olvidan entre la que fue su grada. La previa del encuentro, el minuto ocho y su entrada al césped tras el 3-1 son testigos del cariño y agradecimiento atléticos hacia Rulo.
Entre tanto homenaje, es el Athletic el equipo que salta al césped conectado desde el primer minuto. Ruiz de Galarreta asume el timón del partido y los suyos encierran a los de Simeone. Después de unos primeros minutos zozobrantes, el conjunto colchonero cae n
la cuenta de que ejerce de local y se adjudica el dominio del que ha presumido en casa durante toda la campaña. Llorente, aun en la izquierda, es el jugador que más profundidad brinda a este equipo. Su centro es rechazado y acaba siendo controlado por De Paul. El argentino se acomoda y conecta un buen disparo, que se envena tras tocar en De Galarreta para adelantar al Atlético.
El primer gol del cuadro madrileño al bilbaíno en el cuarto encuentro que disputan esta temporada impone el conformismo entre los locales. El Athletic vuelve a asumir el control hasta que un lamentable episodio interrumpe el juego. Nico Williams se dispone a botar un saque de esquina, cuando advierte insultos racistas desde el fondo sur. El extremo se lo comunica a Martínez Munuera, que detiene el partido hasta que la megafonía del estadio comunica a la grada que debe abstenerse de realizar «cánticos ofensivos». La reacción de los jugadores colchoneros, mostrar su ánimo a Nico y advertir a la grada. El público opta por pitar al futbolista agredido cada vez que entra en contacto con la pelota.
Reanudado el juego, el Atlético pone de su parte para que el cuadro vizcaíno se meta en el partido, pero Griezmann directamente se lo brinda en bandeja. El francés cede de forma nefasta el esférico hacia atrás y el Athletic no desaprovecha el regalo. Iñaki Williams com
bina con Guruzeta, quien descubre a Nico sin marca en el segundo palo. El internacional no falla y celebra el empate señalándose su brazo, su color de piel. «Por rabia», reconoce luego. Decisivo y reivindicativo.
El Atlético se juega la Champions y nadie mejor que su capitán sabe de la importancia del objetivo, tanto deportiva como económica. Koke, con un pase de escuadra y cartabón, encuentra el desmarque de Correa a la espalda de los centrales. El argentino mejora el envío con un control de museo y, mano a mano ante Unai Simón, logra el temple necesario para recortar al guardameta, sentarle y, a placer, volver a adelantar a los de Simeone.
El carrusel de sustituciones revitaliza a un Athletic que adelanta sus líneas y no suelta la posesión, pero al contrario que en la primera mitad, los colchoneros se esmeran en no dar facilidades a sus rivales. Bien pertrechado atrás y a la espera de un contraataque que sentencie el encuentro, pasan los minutos en el Metropolitano. Hasta que llega la tan ansiada jugada. La carrera de Hermoso encuentra la profundidad de Lino por la izquierda y el brasileño, con algo de fortuna tras rebotar su remate en el palo y en Simón, pone el tercero en el marcador y la tranquilidad en el feudo rojiblanco. Los tres puntos para casi amarrar la Champions se quedan en Madrid.