Arquitectos sevillanos ensayan en Rumanía un plan para integrar el río con la ciudad
▸ Estudio Práctica termina en Cluj-Napoca la recuperación de una ribera abandonada como la de Sevilla
El estudio de arquitectura sevillano Práctica, formado por Jaime Daroca, José Mayoral y José Ramón Sierra, ha concluido con éxito entre los profesionales y especialmente entre el público local el proyecto de regeneración y renaturalización de las riberas del río Somes a su paso por la ciudad rumana de ClujNapoca. Los entonces emergentes arquitectos ganaron en 2017 un concurso internacional abierto, convocado por el Ayuntamiento de la ciudad, con el que se pretendía volver a darle la cara a un recorrido de 15 kilómetros del río en la considerada capital extraoficial de Transilvania. «Durante la época comunista se le había dado la espalda» a este paso fluvial que comprende el centro histórico, zonas industriales y barrios residenciales de los años 60, 70 y 80.
El estudio ha coordinado a un amplio grupo de colaboradores interdisciplinares e internacionales, con los que ha implementado la arquitectura, el paisajismo, la ingeniería y la urbanización de la infraestructura del curso del Somes a su paso por esta ciudad de 300.000 habitantes. Las ideas de estos jóvenes profesionales y sobre todo su ejecución, contrastan con el estado actual de las riberas del río Guadalquivir en el Paseo Juan Carlos I en Sevilla aunque, reconocen los arquitectos, se han dado pasos muy importantes desde la regeneración por la Expo del 92 y su posterior abandono. «De un tiempo a esta parte se han acometido proyectos muy notables como el de Tabacalera o incluso las proyecciones en Navidad, como sevillano estoy muy contento», dice José Ramón Sierra. No obstante, este arquitecto aboga en la capital hispalense por una de las claves de su proyecto en Rumanía: la renaturalización de las márgenes del río. Esto es, mayor atención al ecosistema. «Hemos optado por cubrir con piedra para hacer actividades, pero parte de ese terreno debería ser para ganar más espacios verdes. En la actualidad, hay poco margen para la flora y la flora, pero sería muy interesante desde el punto de vista natural».
La obra ideada por estos jóvenes sevillanos en Rumanía, terminada en tiempo y forma gracias a las condiciones que impone la consecución de fondos europeos, sobresalió entre más de un centenar de propuestas, muchas de ellas internacionales. Desde Madrid Río, está considerada como una de las obras civiles más grandes en Europa.
«Estamos muy satisfechos con la acogida de la ciudad y también por cómo han valorado el proyecto a nivel internacional. Ha tenido una repercusión mayor de la que creíamos», destaca José Ramón Sierra, uno de los integrantes del estudio, que en los últimos años cabalga entre Sevilla y Madrid, y visitas continuas a la ciudad rumana de la que al principio desconocían todo por completo. El reto consistía en convertir la «cicatriz» de un río nada integrado en un banda conectada de espacio público en la que se ha impulsado la movilidad sostenible y que ha repercutido en la ecología de la ciudad.
El Somes o el Guadalquivir como espacio social pero con un profundo respeto al medioambiente. Así, el proyecto Cluj-Napoca entiende el río como un corredor verde capaz de conectar otros espacios públicos cercanos gracias a la incorporación de una red de caminos, carriles bici y puentes peatonales. El curso del río adquiere grosor, dando lugar a un conjunto de nuevos espacios públicos: aparcamientos convertidos en plazas con vistas al río y orillas que incorporan playas y gradas. Ello se consigue gracias al ensanche de la sección fluvial, que sirve de soporte para un sistema de terrazas. El trabajo paisajístico de Landlab ha sido fundamental también en este plan. «Se ha diseñado la plantación de especies según la distancia del agua y la que necesita para vivir», destaca Sierra, expectante aún porque la naturaleza puede embellecer más este espacio recuperado para los ciudadanos.
Este proyecto, desde que fue ideado en 2017, lleva una larga trayectoria de reconocimientos. Estuvo invitado por el comisario de la muestra, el libanés Hashim Sarkis, en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2021 y un año después en la de Lisboa. Ha sido objeto de exposiciones y obtenido premios de arquitectura en Rumanía. Además, es finalista de los Premios FAD de este 2024, un reconocimiento que entre otros han obtenido Norman Foster, Rafael Moneo, Eduardo Soto de Moura o, más recientemente, Luis Mansilla y Emilio Tuñón Álvarez por la Galería de las Colecciones Reales.
El proyecto ha convertido aparcamientos en plazas con vistas al río y en las orillas se han incorporado playas y gradas