Atractivo duelo en tierra de nadie
▸Villarreal y Sevilla se cruzan en La Cerámica muy lejos de sus objetivos y tras utilizar a 6 entrenadores este curso ▸Quique busca la que sería su quinta victoria en los últimos seis partidos, sólido bastión para su continuidad
Villarreal y Sevilla se miden en La Cerámica para ir poniendo el broche a una temporada poco decorosa, lejos ambos de los retos que se marcaron al inicio del curso y con la cabeza más puesta en la planificación de la próxima campaña que en otra cosa. Los dos proyectos fueron diseñados para competir en Europa, con imponentes presupuestos, pero a falta de cuatro jornadas para que finalice el campeonato, ni blanquirrojos ni castellonenses están en condiciones de pelear por las siete primeras plazas que dan acceso a los torneos continentales. En el caso del Sevilla, bastante tiene el club con haberse salvado de la quema del descenso, algo que parecía casi irreversible antes de que la entidad de Nervión se encomendara a Quique Sánchez Flores, el elemento que, sin duda y de largo, saca la nota más alta del año en el Sánchez-Pizjuán. El cambio de entrenador tampoco parece que les alcance a los locales para agarrar su objetivo capital de la temporada. El Villarreal recibe al Sevilla a 7 puntos de Europa cuando sólo quedan 12 por disputarse. La empresa suena a quimera.
Para hacerse una idea de la inestabilidad de Villarreal y Sevilla en esta aciaga campaña para los dos conjuntos, basta recordar que entre ambos suman 6 entrenadores en lo que va de curso: Mendilibar, Diego Alonso y Quique en el Sevilla FC; Setién, Pacheta y Marcelino por el Villarreal. Éste último, curiosamente, fue contactado en octubre por el propio Sevilla para relevar a Mendilibar, aunque no hubo acuerdo y finalmente el elegido fue el uruguayo Alonso. Poco después, Marcelino lo explicó todo: «Creo que no se dieron las condiciones necesarias para afrontar ese proyecto. Me ofrecieron solo una temporada, vinculada a una clasificación. El ofrecimiento llegó por parte de Víctor Orta», aseguró el técnico asturiano, que ya en noviembre sí aceptó la propuesta del Villarreal.
Hablando de entrenadores, lejos de objetivos globales, el partido se convierte en otra reválida más para un Quique Sánchez Flores que se ha ganado la continuidad a pulso. Da la sensación, en cambio, de que le siguen examinando cada semana, de que se le demanda una excelencia en el fútbol y los resultados. El entrenador presenta números europeos desde que llegó, ha ganado cuatro de los últimos cinco partidos del Sevilla y sólo pide «convecimiento» para seguir. O lo que es lo mismo, sentido común e ir todos en el mismo barco. ¿Está el Sevilla FC en disposición de encontrar un entrenador mejor que éste y que ya maneje los entresijos y la idiosincrasia del club? No lo parece. Ni de lejos.
Para este choque contra el submarino amarillo, el preparador madrileño del Sevilla FC no podrá contar con los lesionados Gudelj, Sow, Lamela, Óliver Torres e Isaac Romero, además del sancionado por acumulación de tarjetas Loïc Badé. La baja del central francés, unida al último percance físi
co de Erik Lamela, obligará al técnico a realizar un par de retoques en su alineación respecto al último partido contra el Granada (3-0), siendo el gaditano Suso y el belga Lukebakio los que más chance tienen de ingresar en el once titular. Así las cosas, Quique apostaría de salida por Nyland; Navas, Ramos, Kike Salas, Acuña, Ocampos; Soumaré, Agoumé, Suso; Lukebakio y EnNesyri.
Sin la presión de los números, Qui
que empieza a liberar muchos corsés en su esquema en busca de un fútbol más vistoso, como ya pudo comprobarse en la última goleada sobre el Granada en Nervión. El madrileño le ha pedido a sus jugadores que «se suelten», que disfruten sobre el terreno de juego en estos cuatros últimos partidos del curso. Quique afirmaba ayer durante su comparecencia ante los medios de comunicación que «jugar sin angustia» es la clave: «La verdad es que llevamos unas semanas diferentes, jugando sin angustia. Espero que los jugadores se aprovechen y disfruten de estos partidos; jugamos con rivales importantes y nosotros podemos mantener el nivel en resultados y competitividad. Y hay que tener en cuenta que perdimos a cuatro futbolistas de forma traumática junto a Isaac», recordó. Respecto al partido ante el Villarreal, el entrenador sevillista espera que sus jugadores muestren la misma actitud que en los últimos duelos: «Ojalá que sea así, en ello dependemos de nosotros y del rival; tenemos que tener en cuenta en la situación en la que nos ponga. Tenemos que tener personalidad y trabajar en que, después de la tensión que hemos tenido, nadie se caiga ahora por otro lado. Por lo demás, esperamos un rival de entidad, muy rápido arriba, que transita bien y que tiene varias fórmu
las y alternativas de juego, por lo que habrá que estar atento», zanjó.
Varias bajas en los locales
El Villarreal, por su parte, presenta un reseñable cuadro de bajas para recibir al conjunto sevillista. De entrada, Marcelino no podrá contar con el sancionado Santi Comesaña ni con los lesionados de larga duración Yeremi, Foyth y Denis Suárez. Pero tampoco llegan a tiempo otras piezas importantes como Gerard Moreno, Alberto Moreno y Pedraza. Ninguno de los tres se pudo ejercitar en la sesión de ayer y el propio entrenador amarillo confirmó poco después que no estarán disponibles. Para confeccionar el once titular, Marcelino daría entrada a Coquelin en el centro del campo por
Comesaña y meterá a Cuenca en el lateral izquierdo ante la ausencia de los dos especialista en esa posición, Alberto Moreno y Pedraza. Salvo sorpresa, el once castellonense no diferirá mucho del conformado por Jörgensen; Kiko Femenía, Mosquera, Albiol, Jorge Cuenca; Akhomach, Coquelin, Parejo, Álex Baena; Guedes y Sorloth.
Cuestionado en rueda de prensa por el Sevilla FC, Marcelino García Toral espera «un partido complicado, atractivo; jugamos contra un buen equipo que también ha tenido un rendimiento inferior al esperado, pero que llega en una dinámica muy buena. De los últimos cinco partidos, han sumado cuatro victorias y un empate. Ojalá seamos capaces de cumplir con hechos que jugamos en casa con nuestra afición y ganemos el partido», relató un Marcelino que también quiso detallar cómo afronta su equipo esta recta final de campeonato: «El equipo ha demostrado un nivel muy alto en esta segunda vuelta. La última derrota ante el Celta nos aleja casi matemáticamente del objetivo. Estamos lejos de equipos competitivos con tan pocos puntos por jugar y es difícil, pero siempre tiene que estar ahí la mentalidad ganadora».
La baja del sancionado Badé y la última lesión de Lamela obligan al técnico a realizar un par de retoques en su alineación titular
Sin la presión de los números, Quique empieza a liberar muchos corsés en su esquema en busca de un fútbol más vistoso