No, no son más importantes
El voto de catalanes y vascos no debería valer más, ni menos, que el voto de una gallega, un madrileño o una andaluza
EN un rato saldremos de dudas. O no. Porque no sé qué va a resultar más inestable: si la enésima repetición electoral o un gobierno catalán imposible. Conviene recordar que en Cataluña se han celebrado elecciones autonómicas en 2010, 2012, 2015, 2017, 2021 y este 12 de mayo de 2024. A una media de una cita autonómica cada 2,5 años. En este tiempo han presidido (o perpetrado) la Generalitat: Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra (autor de «las bestias hediondas que hablan castellano») y Pere Aragonès. Y déjate que no vuelva el fugado.
Entiendo que lo siguiente es un ejercicio de melancolía y, por la tanto, resulta un tanto inútil, pero me niego a dar a estas elecciones catalanas más importancia de la que tienen. Ya debería estar bien.
Algún día, esta España nuestra dejará de depender de independentistas catalanes y vascos. Me niego a entender que el voto de vascos y catalanes vale, influye y manda más que el voto de un gallego, una madrileña o una andaluza. ¿Por qué?
Desde hace casi cincuenta años, el Gobierno de España depende de los resultados de un domingo en Cataluña, como de hace tres semanas en el País Vasco. ¿Por qué no se dice lo mismo tras las mayorías absolutas que gobiernan en Andalucía, Galicia o Madrid? No. Un voto en Cataluña o en el País Vasco no debería ser superior. Pero mucho me temo que todo seguirá igual hasta que PSOE y PP (o viceversa) se den cuenta del disparate.
Mucho me temo que a partir de esta noche seguiremos con la coña de la independencia, del ‘procés’, del referéndum, del España nos roba, del victimismo con Madrit, de la pureza de la raza catalana y las estupideces de Puigdemont, tipo «los bancos de obediencia catalana», aunque esos bancos huyeran de Cataluña (y de él) junto a 8.000 empresas que no han vuelto.
Hazlo tú y verás. Retrásate un día en la liquidación trimestral del IVA, intenta contratar con la Administración sin estar al corriente con Hacienda o no acudas a una citación judicial. Prueba y verás lo que es bueno.
Pues bien, en esta España nuestra, un jeta que da un golpe de Estado, declara la independencia (un ratito) y se fuga... ese individuo puede presentarse como candidato a presidente autonómico. Y déjate que no lo consiga.
PD: Pedro Sánchez (y la corte del faraón) venden que los indultos y la amnistía han logrado reducir la monserga de la independencia, las ínfulas del ‘procés’ y los sueños húmedos de los golpistas. Pero va a ser que tampoco. Porque si bien es cierto que ha disminuido la tabarra, la clave ha sido que los socios pasaron por la cárcel o por una huida de cobardes.
No nos engañemos. La amnistía en marcha es la enésima cesión. Aquí lo que ha funcionado ha sido el Estado de derecho. Eso sí, hasta que este Gobierno se lo cargue también.