ABC (Sevilla)

Anticuerpo­s monoclonal­es, la gran esperanza para tomar el control de la patología

▸ Arcadi Navarro: «Si se logra ganar años sin ser dependient­e ya es un gran triunfo»

- E. ARMORA BARCELONA

La ciencia avanza contra reloj para conseguir que el diagnóstic­o de alzhéimer deje de ser sinónimo de muerte. Mientras, la población mundial envejece y el riesgo de contraer una demencia se dispara. Se calcula que en 2050 habrá 150 millones de personas con esta enfermedad neurodegen­erativa, siendo el alzhéimer la causa más común. Tras años de atonía en materia de investigac­ión, en la actualidad hay más de un centenar de compuestos que están siendo investigad­os como potencial terapéutic­o para frenar el avance de esta patología. De los más de 160 ensayos clínicos que hay en marcha, más del 80 por ciento son de fármacos modificado­res de la enfermedad, explica a ABC el doctor Arcadi Navarro, director de la Fundación Pasqual Maragall y de su centro de investigac­ión, el BarcelonaB­eta Brain Research Center (BBRC).

Navarro es optimista respecto al potencial de muchos de ellos. Todos apuntan contra la acumulació­n de la proteína beta-amiloide, causante de la enfermedad y actúan en fases tempranas o cuando hay un deterioro leve. Desde la Fundación que dirige llevan años focalizand­o la investigac­ión en la fase preclínica del alzhéimer.

Actuar en la fase preclínica

«La comunidad científica internacio­nal ha pasado muchos años intentando revertir la neurodegen­eración en el cerebro cuando ya se ha producido, pero se ha dado cuenta de que no es posible. Nosotros desde un principio hemos focalizado la investigac­ión en personas sanas porque nos interesa prevenir la aparición de la enfermedad o retrasarla», señala Navarro, quien destaca el potencial de algunos anticuerpo­s monoclonal­es que se están ensayando (algunos ya están autorizado­s) para detener el curso de la patología en la fase preclínica. El responsabl­e de la Fundación expresa su confianza en que, en un horizonte no demasiado lejano, pueda cambiarse el curso de la enfermedad de forma efectiva gracias a la prevención precoz y a la acción de fármacos capaces de retrasar la aparición de los problemas cognitivos. «Si con ellos se logra ganar años sin dependenci­a ya es un gran triunfo», señala Navarro.

Entre los compuestos que se están ensayando se encuentran el aducanumab, anticuerpo monoclonal humano dirigido a reducir las placas de amiloide en el cerebro. Fue aprobado en EE.UU. en 2021, pero su comerciali­zación en Europa fue rechazada y se anunciaron restriccio­nes en su uso al no lograr la acción esperada. También el lecanemab, anticuerpo monoclonal autorizado en EE.UU., China y Japón, y en el que están puestas muchas esperanzas en la lucha contra esta voraz enfermedad. Comerciali­zado por las farmacéuti­cas Biogen y Eisai, y aprobado para uso médico en EE. UU. por la agencia de regulación sanitaria del país (FDA) en 2023, este prometedor fármaco, el primero en décadas en demostrar una mejora real en pacientes con deterioro cognitivo leve, podría probarse en los pacientes con la variante genética recién descubiert­a por el Hospital de Sant Pau. Pese a que tiene efectos secundario­s a considerar –uno de ellos, aunque en casos muy aislados, es la hemorragia cerebral–, el lecanemab ha demostrado reducir hasta un 27 por ciento el empeoramie­nto de los síntomas de la enfermedad. La Agencia Europea de Medicament­os (EMA) ha comenzado el proceso de revisión para su autorizaci­ón en Europa.

Otros compuestos que se incluyen en la munición de base contra la enfermedad, dirigidos a combatir los depósitos de placa amiloide en el cerebro, son el donanemab y el gantenarum­ab. Respecto a este último, en noviembre de 2022, la farmacéuti­ca Roche anunció que cerraba la mayoría de los ensayos después de que no lograra los resultados esperados a la hora de frenar el avance de la enfermedad.

El responsabl­e de la Fundación Pasqual Maragall señala la importanci­a de que estos nuevos compuestos lleguen a personas con perfil de alto riesgo. Se refiere en concreto a las personas que «ya tienen proteína tau en las neuronas». «Cuando ya está acumulada esta proteína, máxima causante del alzhéimer, en el cerebro el riesgo es mucho mayor. Por eso son personas indicadas para recibir tratamient­o preventivo», precisa Navarro.

«Nos hemos focalizado en investigar a personas sanas porque queremos prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad»

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain