Una verdiblanca unión europea
Pellegrini consigue lo que nadie pudo: clasificar por cuarta vez seguida a un club que ansía volar más alto tras sellar su decimoquinto billete continental
El Real Betis sigue mejorando sus registros en términos de clasificación en Europa después de haber conseguido sellar en la presente temporada su decimoquinta participación en competiciones europeas en toda su historia, y lo que es aún más noticiable aún: con la campaña que se va terminando, ya es la cuarta vez de manera consecutiva que los heliopolitanos aseguran dicha presencia, todas ellas de la mano de Manuel Pellegrini, desde que el chileno aterrizase en la capital andaluza y afianzase dicha posibilidad, con lo cual se puede afirmar que el Ingeniero hasta el día de hoy en el Betis es garantía de seguir caminando inexcusablemente por las mejores vías de Europa. Y es uno de los promotores de una verdiblanca unión europea que sigue extendiéndose.
No en vano el conjunto verdiblanco, en sus aspiraciones por seguir dando pasos en firme en su crecimiento continental, sigue teniendo claro que su hoja de ruta continúa pasando por hacerse fuerte, juegue el torneo que juegue, con las diferencias ya conocidas entre los tres existentes, a sabiendas de que sigue teniendo en el debe de su afición la posibilidad de superar la famosa barrera de los cuartos de final de la Europa League, y no haber dejado buenas sensaciones al ser eliminado en las primeras de cambio en la Conference League en su primera toma de contacto en este nuevo campeonato. Es la Europa League precisamente el torneo que más se adapta a las pretensiones del club en función de su presupuesto y de su empeño en seguir dando pasos hacia adelante.
Por diferentes motivos, la Champions League de momento sigue quedando en un segundo plano para el deseo del cuadro bético, y por la que no sigue siendo ni mucho menos justo exigirle dicha aspiración, pero sí que es una ilusión que permanece más viva que nunca, a la vista de la medida regeneración de efectivos que ha vivido la plantilla y de la redefinición de los objetivos. Lo que sí está claro sin duda es que por la fidelidad de su afición es comprensible que el grupo ansíe dar ese paso que sí se ofreció sin titubeos en campañas atrás, y que de momento no se ha repetido pese a que la calidad de la plantilla ha ido subiendo, al igual de la de muchos adversarios.
Hay que hacer memoria para hallar los distintos pases que el Betis ha logrado en algún torneo europeo. De hecho, se cumplen este preciso año 2024 60 años justos desde que Domingo Balmanya clasificara al Betis que gestionaron en su día el expresidente Benito Villamarín y José María de la Concha y que compitió en la Copa de Ferias, que fue el embrión de la que luego se conocería como la UEFA, donde se midió al Stade Français, con el que fue eliminado en el duelo de vuelta disputado en París (1963-64).
De poco sirvió el primer gol del Betis en Europa que anotó López Hidalgo, pues el resultado global de ida y vuelta fue el de 3-1 a favor del Stade. A ningún bético se le escapará la importancia de dos nombres y dos años precisos para el nuevo papel que iba a adquirir el Betis en Europa: los entrenadores Rafael Iriondo y Ferenc Szuzsa (1976-77), ya que ese fue justo el cambio de año en el que se logró la primera Copa del Rey que reside en el Benito Villamarín, garantizando así la plaza a la recordada Recopa de Europa, donde acabó con el Milan y el Lokomotive de Leipzig para ser luego apeado por el Dinamo de Moscú en Tiflis.
La década de los 80
Se fue normalizando en años sucesivos la presencia verdiblanca también con Pedro Buenaventura (1981-82), con el que debutó en la Copa de la UEFA,
circunstancia que volvió a protagonizar el técnico Pepe Alzate poco después (1983-84). El primero concurrió después de relevar a Iriondo y quedar quintos en Primera división, algo que permitió el debut en la citada Copa de la UEFA; y el segundo, que tuvo la misma suerte, pues se quedó en la ronda de los dieciseisavos de final. Lejos de las rondas definitivas.
Tras una década de sequía, es en este período cuando arrancó el periplo continental de Lorenzo Serra Ferrer, que en tres ocasiones y en dos etapas distintas pero cercanas en el tiempo mete al Betis en dos nuevas andaduras fuera de los límites nacionales (1994-95 y 1996-97, fueron las primeras).
En la primera más allá del ascenso llegó a octavos de final de la UEFA,
Este 2024 se cumplen 60 años desde el debut del Betis en Europa en la antigua Copa de Ferias que luego sería la UEFA
tras eliminar al Fenerbaçe y al Kaiserslautern, perdiendo contra el Girondins de Zidane, y en la segunda regresó a la Recopa, donde el Chelsea puso fin a cualquier atisbo de sueño ya en la fase de cuartos de final.
Edad contemporánea
Los técnicos Luis Aragonés (1997-98) y Juande Ramos (2001-02), en la Copa de la UEFA respectivamente, fueron la antesala de otra nueva clasificación europea de la mano de Serra, quizá la clasificación más especial de todas al tener aquel Betis que ascendió tras bajar la vitola de sexto clasificado liguero y llegar hasta dieciseisavos de la Copa de la UEFA (2004-05), tras pasar tercero en un grupo con el Liverpool, el Chelsea, el Anderletch, cayendo en octavos a manos del Steaua de Bucarest.
En una época más contemporánea, Pepe Mel fue quien sacó el billete (2012-13) en la Europa League, otrora UEFA, justo como hizo ya de manera más reciente el preparador Quique Setién (2017-18), siendo Pellegrini quien ha continuado con esa buena racha de clasificaciones continentales y el único entrenador en la historia del club bético que ha conseguido meter al Betis en Europa cuatro veces y enlazadas (2020-21, 202122, 2022-23 y la presente 2023-24). Por más que no se haya llegado a las rondas finales de la Europa League, pelean los heliopolitanos por mejorar sus expectativas en el futuro.