Avistan una media diaria de cinco narcolanchas en la costa andaluza
▸ Crece la presencia de ‘gomas’ en Almería, Huelva y Granada, pero lejos del nivel de Cádiz
La presencia de las narcolanchas, las grandes ‘gomas’ que utilizan los narcotraficantes para pasar —especialmente el hachís— de la costa africana a la española continúa. Aunque la batalla policial y judicial que los persigue también lo haga, el trasiego de estas semirrígidas es constante. El intento permanece siempre y el que lo logra, gana mucho dinero y rápido.
De esta forma, esta incesante actividad delictiva se constata en los datos que se manejan en el Ministerio del Interior. Según estas cifras, y en los primeros cuatro meses del año, la Guardia Civil y la Armada contabilizaron un total de 558 ‘narcolanchas’ (las detectadas) en diferentes puntos del litoral andaluz y también del mar de Alborán. Y la mayoría de ellas, por la zona del Estrecho y del resto del litoral gaditano. La cercanía con Marruecos de la provincia de Cádiz siempre ha provocado que sea el principal punto de alijo una vez que cargan en las playas y muelles de la otra frontera.
Pero desde que aumentó este tipo de tráfico —debido a la superproducción que existe en los cultivos marroquíes y su cierta permisividad— y en consecuencia, se incrementó la vigilancia policial con el Plan Especial, la trayectoria de estas lanchas se ha movido desde el Estrecho (donde siguen llegando) a otros puntos de la costa gaditana, con mayor incidencia en la desembocadura del río Guadalquivir y también en todos aquellos lugares de la Bahía de Cádiz por los que puedan descargar.
Esta tendencia se volvió a escenificar cuando en estos últimos meses y con motivo de los fuertes temporales las prohibidas semirrígidas salían de sus escondites del río para buscar aguas más calmadas y se pudieron contar por decenas al mismo tiempo y en diferentes puntos de Cádiz y también de Granada o Almería. Precisamente, y dada la alarma social que provocó en febrero el refugio de seis de estas grandes ‘gomas’ en el puerto de Barbate, se activó el operativo que terminó con el asesinato de los dos guardias civiles.
Pero no fue Barbate el único muelle donde se escondieron. Durante esos días del temporal ‘Irene’, se pudieron avistar también lanchas en otros puntos como Chiclana o Sanlúcar. También por Huelva. Y días antes, igual.
La continua presencia y el ir y venir de narcos en sus embarcaciones se ha extendido a otros puntos del litoral andaluz donde estos avistamientos no eran tan habituales, y sobre todo numerosos. Como explican fuentes consultadas, ha sucedido en Almería, donde también se sorprendían por la ‘normalidad’ en los viajes de estas ‘gomas’, o en Huelva donde su cercanía con Portugal — donde estas embarcaciones no están prohibidas— también tiene algo que ver.
Lo mismo ha ocurrido por el Mar de Alborán, y en aguas que se distancian a muchas más millas de donde fondeaban antes. Allí en mar adentro los pilotos, sus mecánicos, ‘geperos’ y porteadores llegan a acampar varios días, semanas... dentro de las propias lanchas a la espera de que les den las órdenes para entrar o salir con la droga.
Decreto de 2018
Esto ocurre en mayor medida desde que el Gobierno decretó la prohibición del uso de la propia embarcación de tres y cuatro motores y hasta catorce metros de eslora. Fue el 27 de octubre de 2018 cuando entró en vigor el Real Decreto Ley 16/2018. El objetivo era impedir el uso de este tipo de embarcaciones incluyéndolas en la definición de «géneros prohibidos»; una catalogación creada con la Ley Orgánica 12/1995 de 12 de diciembre, de Represión del Contrabando. Dicho decreto fue aprobado en tiempos del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, aunque ya se había elaborado por el equipo de su antecesor, Juan Ignacio Zoido, que cesó antes por la moción de censura.
Por ello también se ha incrementado el ir y venir de estas semirrígidas que van cambiando de lugar o se apostan en alta mar para intentar evitar que sean requisadas en costa o guarderías.
La trayectoria se ha movido del Estrecho a otros puntos de Cádiz, con incidencia mayor en la desembocadura del Guadalquivir