La mujer de Michael Schumacher lo vende todo para mantenerle con vida
▸ La rehabilitación del piloto, que realiza en su mansión en Mallorca, cuesta más de siete millones de euros al año
Nada importa, y menos el dinero, cuando se trata de mantener el pulso del hombre de tu vida. Este es, al menos, el pensamiento de Corinna, la mujer del piloto Michael Schumacher, quien se ha visto obligada a vender buena parte de sus posesiones más preciadas para poder mantener el tratamiento de su marido, a quien no se le ha vuelto a ver en público desde la Navidad de 2013, cuando sufrió un fatídico accidente de esquí que le causó una grave lesión cerebral que cambiaría trágicamente su vida.
Durante todos estos años, la esposa del heptacampeón de Fórmula 1 ha tenido que vender buena parte de los bienes del matrimonio con el fin de seguir pagando el carísimo tratamiento de este, convencida de que su marido «nunca estará completamente recuperado para disfrutar de estos bienes de nuevo», tal y como ella misma declaró cuando decidió vender la casa de vacaciones de la familia en Noruega, en 2015.
Pero aquella venta no fue suficiente. Junto a esa propiedad, Corinna también se fue deshaciendo de otros lujos que, obviamente, Schumacher no necesitaba como el jet privado de la familia; la mansión de Gland, por 58,7 millones de euros, o una colección de ocho relojes que pertenecían al legendario piloto alemán y que fueron vendidos recientemente en una subasta en Ginebra (Suiza) por más de 4 millones de euros.
Ahora, el exdeportista se refugia junto a su familia en Villa Yasmín, una mansión situada en Mallorca que su esposa adquirió en 2018 por unos 30 millones de euros. Desde allí continúa con su rehabilitación, en el absoluto anonimato y entre interrogantes sobre su verdadero estado de salud.
Hermetismo
En enero de 2019, la familia de Schumacher comunicó que el expiloto seguía «en las mejores manos y hacemos todo lo posible para ayudarle. Entiendan que sigamos los deseos de Michael y mantengamos en privado una cuestión tan delicada como su salud». El secretismo y deseo de privacidad se apoderaron de la leyenda y la familia. A sus 55 años nadie sabe si quiera qué aspecto tiene. Nadie, salvo su círculo más cercano, le ha vuelto a ver.
Desde que el 29 de diciembre de 2013, pocas semanas después de anunciar el final de su carrera en la Fórmula 1, Michael Schumacher sufrió un grave accidente tras golpearse la cabeza mientras esquiaba junto a su familia en la estación de Méribel, en los Alpes franceses. Los médicos anunciaron que tenía lesiones cerebrales serias y estuvo en coma inducido durante varios meses. No sería hasta seis meses más tarde, y después de darle por muerto en decenas de ocasiones, cuando saldría de su estado de coma para comenzar su rehabilitación.
Desde el fatídico accidente de esquí que sufrió en 2013, el piloto de Fórmula 1 no ha vuelto a ser visto en público