Fin de curso en Nervión entre protestas y despedidas
▸Quique y Xavi ponen fin a sus ciclos hoy y los sevillistas reconstruyen su futuro desde la disensión ▸Gudelj regresa a una citación de la que se caen Navas y Acuña, por molestias, y que también completa Soumaré
Se acabó. Es lo que resonará esta misma noche entre los colorados asientos del Ramón Sánchez-Pizjuán, que será la plaza que albergue nostálgicas despedidas hoy que se convertirán mañana en ilusionantes bienvenidas. Lo de siempre. Concluye la etapa de Quique Sánchez Flores al frente del banquillo local de Nervión y, cosas del querer, en caso de que le dé por ganar en esta fecha postrera a un Barcelona en un degradante estado de descomposición institucional y deportivo (¿les suena?), se situará a un sólo punto de distancia del décimo clasificado del campeonato, condición sine qua non para la continuidad del técnico madrileño según su contrato. El objetivo marcado a Quique cuando llegó para seguir.
Pero adiós. Se pone el punto y final a otro ciclo, el enésimo, desde que los blanquirrojos recurrieran al preparador para solucionar la casa que dejó por barrer Diego Alonso, al igual que ahora se busca desesperadamente el juego de posesión de García Pimienta, y ya se verá qué perfiles se le facilita desde la dirección deportiva que asume Víctor Orta, y de qué inversión goza el club para ello. Pero una cosa está clara: el único miembro del Sevilla que merece un aplauso en el campo esta noche es irónicamente al mismo que acaban de despedir, que a veces es lo mismo que no valorar en sus más justas condiciones. Quizá convenga releer esa última sentencia un par de veces antes de seguir con esta previa. Porque llega este fin de curso entre protestas y despedidas.
Por esa y por muchas otras razones está previsto que buena parte del sevillismo exprese su disconformidad en la previa del encuentro, donde se cuentan por decenas las peñas que se han adherido a un convocatoria que se espera multitudinaria, a la altura de lo que ha sido la gestión global del año. Es hora de elevar la voz y hacerlo siempre dentro de los límites del civismo. Trascendió de igual manera en la semana que José María Cruz, director general, pondría fin a veinte años de servicio tras el verano. Otro dato que conviene no ignorar, o mejor dicho, que conviene que alguien lo explique, porque no queda del todo claro si uno de los gestores más relevantes de la entidad en el presente siglo forma parte del famoso plan de regeneración, o bien acaba saliendo por un acuerdo amistoso entre las partes.
Un nexo de unión
Y ha demostrado Quique en su última intervención pública en la previa de un partido como sevillista que su paso por Nervión no ha sido un desafío cualquiera. Que ha habido una altísima do
sis de desgaste, claro, pero a su vez siempre se le ha podido leer entre líneas que aquí deja un imborrable vínculo con el club y con varios de sus jugadores. Isaac, recién renovado hasta 2028, que ya anda de vacaciones para regresar al cien por cien, es quizá el mejor ejemplo de eso literalmente hablando. Llamativo fue cuanto menos que más allá del compromiso individual, Quique destacase que el lebrijano había conseguido hacer correr a los demás. Correr. Tan fácil de decir y tan difícil de hacer, a la vista de la compleja temporada que ha tenido que vivir el sevillismo y cuyo desenlace se celebra ante un Barcelona que ha sido un cúmulo de decepciones continuado.
A partir de las 19.30, parte de la afición acudirá al Ramón Sánchez-Pizjuán para manifestarse contra la gestión de la directiva
Vuelve Gudelj
Para la gran despedida de Quique, que aunque haya quien lo olvide ha logrado que el Sevilla vea los toros del descenso desde la barrera con varias jornadas de antelación, recupera el madrileño a Gudelj, que apunta a tener minutos de recambio en la segunda mitad, y no así a Navas y a Acuña, que son baja en la citación por sendos problemas físicos. El serbio quería volver
a sentirse futbolista de cara a la Eurocopa, mientras que Soumaré regresa a la cita ante los azulgrana tras cumplir sanción frente al Athletic, y apunta a conformar una medular con Agoumé, mientras que en la zona más retrasada no debe haber más novedad que los flancos, con Juanlu y Pedrosa, por la derecha y por la izquierda respectivamente, para flanquear a Badé y Ramos en el centro de la defensa. Ocampos por un costado y Lukebakio por el contrario harán las veces de extremos en su labor de ayudar a EnNesyri a mejorar aún más sus cifras.
Muchos son los nombres propios y más los interrogantes acerca de la cantidad de futbolistas que podrían disfrutar este domingo de su último partido con la camiseta del Sevilla. Lo que sí está claro es que no está acabando de la mejor manera el año esta plantilla, que viene de perder en San Mamés (2-0), caer ante el Cádiz en casa (0-1) y ser superado por el Villarreal en la Cerámica (3-2). De modo que hace 21 días que el equipo no gana, en aquella contienda ante el Granada de principios de mes (3-0) y por más que sea el equipo que preside Laporta el que se ubi
que sobre el tapete es el mejor momento para mostrar una imagen digna sobre el terreno de juego con la que poder ir sembrando credibilidad futura.
A poner fin a una campaña muy dura llega el Barcelona a Sevilla. Los de Xavi están a punto de ser los de Hansi Flick y eso habla a las claras de la situación deportiva culé, muy lejos de cualquier atisbo de competición en una temporada para olvidar. La guillotina de los banquillos merced al juicio de sus máximos rectores es inapelable y el Barcelona tratará de darle una última alegría al que está a punto de dejar de ser su entrenador.
Con lo cual deberá hacer frente Quique a las rotaciones que Xavi podría hacer en esta 38ª jornada de LaLiga EA Sports para ser algo más justo con quienes no gozaron de minutos en las últimas citas, así que Oriol Romeu y Joao Félix podrían ser los ases con los que el catalán podría jugar sus últimas cartas. Cada club tiene sus problemas y los del Sevilla pasan por evitar más motivos por los que abrir telediarios nacionales, y más por invertir en una plantilla competitiva de cara a la temporada 2024-25.