Pogacar rubrica una carrera excelsa
▸ El esloveno atacó en el monte Grappa para lograr su sexto triunfo antes del final en Roma
Tadej Pogacar no quería despedir su portentosa participación en el Giro sin una última rúbrica, una suprema exhibición de autor que lo llevó a ganar en solitario en Bassano del Grappa, el colofón montañoso de la ronda italiana antes de afrontar este domingo el paseo triunfal por las calles de Roma. Su sexta victoria parcial lo lleva a superar a una leyenda del esprint como Mario Cipollini, que hasta ahora era el único que, a base de ‘volatas’, había sido capaz de acercarse a las lejanísimas gestas de Alfredo Binda, vencedor de 12 etapas en el Giro de 1927, hace casi cien años.
Pogacar, que prácticamente gana sin querer, lanzó su ataque antes de coronar la segunda ascensión del día al monte Grappa, el coloso que despedía la montaña por partida doble. Y como ha venido ocurriendo desde que empezó la carrera, nadie fue capaz de seguirlo. Majka, su fiel escudero, le había preparado el terreno, modulando la marcha al ritmo que él le exigía. Cuando ya vio tiernos a los rivales, metió el hachazo. Por delante le quedaban cinco kilómetros de subida y otros 35 de vertiginoso descenso hasta la meta.
Antes habían intentado la proeza dos de los corredores que salen más reforzados de esta gran vuelta: Pelayo Sánchez y Giulio Pellizzari. El español, campeón de la sexta etapa y segundo en la del pasado viernes, volvió a colarse en la escapada del día y llegó en cabeza, junto al italiano, al inicio de esa segunda ascensión al Grappa. Eran los únicos supervivientes de una fuga más amplia que fue perdiendo elementos tanto en la subida como en el descenso a la primera ascensión.
Pellizari, héroe de la etapa reina tras sucumbir ante Pogacar a falta de solo setecientos metros de la meta, también fue el último corredor al que la maglia rosa superó ayer antes de afrontar el largo descenso hasta Bassano. Como aquel día, Pogacar animó al corredor más joven del Giro a que lo siguiera, a que intentase pegarse a él para brindarle la etapa. Pero el ritmo del esloveno, por facilidades que ponga, es demasiado para cualquiera.
Pogacar acabó entrando en meta con más de dos minutos de ventaja sobre los dos hombres que lo acompañarán en el podio, Dani Martínez y Geraint Thomas, que llegarán a Roma en la frontera de los diez minutos en la general.